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El Cartel de los Sapos El origen: qué pasó con los líderes del Cartel de Cali

La serie se estrenó el 28 de julio de 2021 en Netflix y aún no tiene fecha de emisión en Caracol TV.

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Con motivo del reciente estreno de “El Cartel de los Sapos: El origen”, la serie colombiana de Netflix y Caracol TV que se desarrolla en dos líneas temporales, hoy hablaremos sobre el gran imperio del ‘’Cartel de Cali’'.
Esta producción cuenta la historia de los hermanos Villegas, quienes ascendieron en el negocio del narcotráfico por su creatividad y viveza, llegando a tener poder en la toma de decisiones del gobierno de su país. La serie se estrenó el 28 de julio de 2021 en Netflix y aún no tiene fecha de emisión en Caracol TV.
La serie es protagonizada por Juan Pablo Urrego y Sebastián Osorio, quienes dan vida a los hermanos Villegas de jóvenes, además de Gustavo Angarita Jr. y Carlos Manuel Vesga como los mismos personajes pero en su etapa madura. Otros personajes del programa son interpretados por Patricia Tamayo, Verónica Velásquez, María Camila Zárate y Laura Rodríguez.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL CARTEL DE CALI?
Todo se remonta a la década del 70, cuando Gilberto Rodríguez Orejuela, en compañía de su hermano Miguel Rodríguez Orejuela y José Santacruz Londoño, deciden formar “Los Chemas”, una banda delincuencial que empezó realizando piratería terrestre, extorsión y secuestro. Con el tiempo se sumergieron en el mundo de la cocaína, obteniendo pasta de coca de países como Bolivia y Perú.
Fue así como decidieron ampliar el negocio y, a través de Santacruz, contactaron a Pacho Herrera, quien era un especialista en el lavado de dinero que vivía en Nueva York. Herrera se especializó en transportar las ganancias de la agrupación de Estados Unidos a Colombia por medio de maquinaria pesada.
El nombre de ‘’Cartel de Cali’' les fue atribuido por la Administración para el Control de Drogas (DEA), debido a que Cali fue la ciudad donde la organización tenía su principal base de operaciones. Sus cabecillas se hacían llamar como ‘Caballeros de Cali’ o ‘Gentlemen of Cali’ por las conexiones que mantenían con la clase política y económica de Colombia.
¿QUIÉNES FUERON LOS LÍDERES?
Los cuatro líderes de la agrupación fueron Miguel Rodríguez Orejuela y Gilberto Rodríguez Orejuela, José Santacruz y Pacho Herrera, seguidos por sus tres socios ubicados estratégicamente en distintas zonas de la región. Uno de ellos fue Víctor Patiño, encargado del transporte marítimo del cartel en la zona Pacífica de Colombia.
Henry Loaiza era el segundo socio a cargo de brindar seguridad a los laboratorios del cartel, además de ser un gran productor de cocaína, y finalmente estaba Phanor Arizabaleta, quien daba soporte al área de importación de insumos para el procesamiento de la cocaína.
El contador de la agrupación fue Guillermo Pallomari, quien reveló a la DEA que también existió un comité de vigilancia bajo el mando de Mario del Basto, uno de los muchos jefes de seguridad de Miguel Rodríguez. Si bien los participantes del comité no tomaban decisiones, podían dar recomendaciones a los líderes sobre cualquier dato que lograra mejorar el tráfico de drogas.
LA DESAPARICIÓN DEL CARTEL DE CALI
Tras la muerte de Pablo Escobar y la extinción del Cartel de Medellín; todos los ojos quedaron puestos en el Cartel de Cali, quienes ahora tenían el poder absoluto del negocio. Paralelamente, el triunfo de Ernesto Samper en las elecciones presidenciales de Colombia de 1994 dio vida al escándalo de los narco-casetes, los cuales señalaban que la campaña del presidente había sido patrocinada por la agrupación delictiva.
Con el fin de demostrar lo contrario, Samper ordena la persecución del cartel. El primero en caer fue José Santacruz, a quien detuvieron en un restaurante de Bogotá; le siguió Gilberto Rodríguez Orejuela, capturado en el interior de uno de sus departamentos y unos meses después, continuó su hermano Miguel Rodríguez Orejuela.
A inicios de 1996 , Santacruz se escapó de la prisión pero la felicidad no le duró mucho pues fue nuevamente encarcelado y posteriormente asesinado por el Cartel del Norte del Valle en complicidad con la policía y los paramilitares.
Meses más tarde, Pacho Herrera se entregó voluntariamente a las autoridades y tuvo un final similar al de Santacruz. En 1998 lo asesinaron en la cárcel de Palmira a manos de Wilber Arilio, quien trabajó como su sicario y era líder del Cartel del Norte del Valle. Actualmente los hermanos Rodríguez Orejuela se encuentran pagando condena en Estados Unidos y, si continúan vivos, quedarán en libertad en 2030.
Antes de que estallara el escándalo de los narco-casetes, los líderes del cartel habían negociado con el gobierno de Samper su entrega. Este trato les daba beneficios como la privación de su libertad en Colombia, no mayor a 5 años, y el pacto de no quitarles sus riquezas.
A cambio tenían que eliminar el narcotráfico del país, pero este plan no le agradó a sus socios y trabajadores, quienes terminaron negándose a colaborar. Entre los miembros que se opusieron estaban Orlando Henao Montoya y Efraín Hernández, quienes a partir de esto se convirtieron en cabecillas del nuevo Cartel del Norte del Valle.