“Fiasco Total: Woodstock ‘99″: El documental sobre el festival de música que fracasó rotundamente

La docuserie llega a narrar en tres episodios todo lo referente al festival de música de los años 90, desde sus orígenes y concepción hasta el final del festival, de Viernes a Lunes por la mañana. Cómo los administradores y espectadores llegan a narran las ilusiones iniciales que sentían para el proyecto, solo para que más adelante la realidad les llegase a romper cualquier fantasía. El festival fue creado en primer lugar para conmemorar el primer Woodstock, en celebración a aquel emocionante evento, pero los hippies a cargo de la administración no contaron que la cultura musical de los años 90 (ruidosa, violenta) diferiría mucho de la de los años 60. Eso, junto con una mala cuenta de la logística y el presupuesto (falta de seguridad, calor, botellas de agua a 4 dólares), llegó a transformar a una multitud emocionada en una enfurecida.

Pero la docuserie llega a demostrar el lado malo y perverso de cualquier evento con una gran multitud. Si no se llega a satisfacer las necesidades de la gente, pronto el público llega a perder la paciencia y dan rienda suelta a sus peores vicios. Pancartas quemadas, edificios derrumbados, y mujeres acosadas estuvieron al frente de los eventos desafortunados que ocurrieron esas tres noches. Un festival que recordaría a la armonía de los hippies llegó a desencadenar lo peor de la anarquía.

Aunque las preguntas entrevistadas no llegan a encontrar un culpable propiamente dicho, muchos levantan la cabeza para poder señalar como un posible causante. La cultura de jóvenes enojados, por uno. La incompetencia y avaricia de las grandes empresas auspiciando el festival, por otro. La música rock de la Generación X, que tiende a ser más provocativa y violenta que su contraparte hippie de los años 60.

Aún así, durante todo el documental hay esta sensación de arrepentimiento. De “todo se habría podido prevenir fácilmente”. Aunque es imposible viajar a través del tiempo; con mayor sabiduría, es posible que los administradores, hoy en día, podrían haber hecho un festival más decente y apropiado.