Carlos López Degregori, cuarenta años de poesía

Carlos López Degregori (Lima, 1952) es un atípico representante de la generación del 70. Aquella donde la poesía sudaba orina y tenía sucias las axilas, para decirlo parafraseando los versos de Enrique Verástegui (1950-2018), de Hora Zero. Lo del poeta que amerita este comentario es, sobre todo, la reflexión. En sus versos interpela a la naturaleza, a sí mismo y al acto que irrumpe.

En Lejos de todas partes (1978-2018), López Degregori ha releído toda su obra y nos presenta una selección de sus poemarios publicados durante cuarenta años. Como anota en su prólogo, ha omitido algunos poemas, ha reescrito y corregido otros. Este recorrido nos permite apreciar una lírica que se ha hecho mucho más profunda con el tiempo.

En Un buen día (1978), por ejemplo, la voz poética parte de la perplejidad para describir lo que observa a su alrededor. Las conversiones (1983) nos muestra una voz sólida y de una mirada profunda. Una casa en la sombra (1986) incluye poemas, donde el bosque es el refugio para quien escapa de lo concreto. Mientras que en Cielo forzado (1988), el hombre se desenvuelve en una atmósfera opresiva. El amor rudimentario (1991) nos ofrece versos de adultez, donde la mirada del poeta es más reposada. Así, podemos seguir hasta Temblor de Judas (2018), donde el tiempo y el balance de lo vivido son los tópicos principales.

En la poesía de CLD encontramos algunas constantes. Por un lado, la naturaleza representada por el bosque, el mar y el desierto. Estos con sus respectivas connotaciones: como lo insondable, como movimiento y como exilio. Además, la voz poética pasa por el tamiz de la mirada, incluso desde la ceguera hay una aprehensión del mundo.

López Degregori ha construido una poética personal, donde no se percibe una influencia marcada. Podemos hablar, en ese sentido, de una poesía cosmopolita, reflexiva, de interpelación al mundo y al propio hombre.

Autor:
Carlos López Degregori
Editorial:
Universidad de Lima. Lima, 2018. 502 pp.