Fernando Frías, director de la película mexicana ‘Ya no estoy aquí': “Hay una especie de frescura en la mirada ajena”

Frías narra la historia de Ulises, un adolescente que forma parte de la contracultura llamada Kolombia que surgió en México en la primera década del siglo XXI.

Ulises debe escapar de Monterrey e irse a Nueva York, lejos de su familia, su casa y su cultura. Es una historia única, pero conocida para muchos latinoamericanos que buscan en Estados Unidos un nuevo hogar, un refugio, una esperanza.

La contracultura Kolombia nace con la migración en Monterrey como una manera de contrarrestar la influencia que venía de Houston, Texas. Monterrey fue la primera ciudad industrial de Latinoamérica; por eso necesitó mucha mano de obra migrante. Los migrantes de Monterrey adoptan la cumbia colombiana por la letra llena de nostalgia ya que ellos extrañaban sus regiones de origen. La cumbia con acordeón quedó porque ese instrumento es como la voz del lamento y de la nostalgia por la tierra dejada. Es una cumbia única. Floreció una contracultura con bailes, costumbres y vestimentas que ahora ya no existen, pero el amor por la cumbia sigue.

Una teoría cuenta que un músico tenía dos fiestas el mismo día y grabó dos casetes a la rápida y se grabó mal, pero a la gente le gustó. Otra es que el equipo de música estaba mal y se escuchaba más lento. Otros dicen que los chicos que la escuchaban estaban puestos con algún estupefaciente y se identificaban más con la versión lenta. La idea es que dure más el momento presente porque no hay futuro para estos chicos. Las oportunidades son muy pocas.

Nunca tuve una relación con Monterrey. Creo que debemos tener mucho cuidado con decidir quién puede contar las historias. Hay una falsa creencia que impone que uno solo puede contar lo propio de su raza, cultura o su región. Si seguimos así, solo podremos hacer un contenido autobiográfico. Para mí, irme a Nueva York a estudiar me hizo identificarme más con la idea de migrar y querer ponerles atención a cosas que cuando estaba en México, no lo hacía. Hay una especie de frescura en la mirada ajena. Aprender el camino sin haber crecido ahí te ayuda a entender de la cultura desde otro punto de vista.

Se siente nervios porque estoy siempre a la espera. Es como la clasificación para ir al mundial o las olimpiadas. Me emociona muchísimo. Es algo que me sorprendió mucho, por eso tengo que tomarlo como perspectiva.

Ciertamente. Por supuesto hay una idea de eso y el deseo de regresar a Ítaca. El anhelo de regresar a la casa.

¡Sí! Brandon Stanton nos rechazó varias veces, hasta que le mandé la parte de México que ya la habíamos grabado y le gustó. Vino a hacer de sí mismo. A mí me encanta lo que él hace. Tiene una habilidad para destilar las historias humanas. A lo mejor el destino de Ulises, si Stanton le llegaba a tomar una foto y la publicaba, hubiese sido distinto.

- Su ópera prima, Rezeta, formó parte de la Selección Oficial del Festival de Morelia; adicionalmente recibió el premio a la mejor película en el Festival de Cine Slamdance.

- Los actores de la película no tenían experiencia previa, pero todos tenían alguna relación con la cultura Kolombia y con la cumbia rebajada.