Es la trujillana graduada en Broadway que sueña con un Oscar. Así fueron los titulares de los medios y así se selló su regreso al Perú, luego de estudiar en el conservatorio de artes escénicas conocido como The American Academy of Dramatic Arts, institución que ostenta, por sus exalumnos, 111 nominaciones a los Oscar.
MIRA: Édgar Vivar: "El señor Barriga ha pecado de ser demasiado tolerante"
¿Marialola Arispe será parte de esa estadística? “Agradezco que lo crean, pero el sueño principal es vivir de lo que amo”, me dice la actriz de 22 años que ahora es parte de ¿Quién mató a Palomino Molero?, la novela de Mario Vargas Llosa que ha sido adaptada al teatro por Edgar Saba. Ella es Alicia, la novia de Palomino Molero, joven aviador que desaparece en Talara. Una historia basada en hechos reales. Temporada que ha sido ampliada hasta el 20 de octubre y va miércoles, jueves, viernes y sábado (8 p.m.) y domingo (7 p.m.) en el Teatro Marsano.
A los 5 años de edad, Marialola pedía ir al teatro trujillano cada fin de semana. “Yo quiero estar ahí”, y señalaba con la mirada el escenario.
Al tratarse de una novela de Vargas Llosa, siempre hay una expectativa diferente.
Es una responsabilidad tremenda, más aún cuando este es su único thriller. Y Alicia es un personaje muy potente, muy particular. Muchas de las cosas que se presentan en la obra siguen sucediendo en la actualidad, como clasismo, racismo, corrupción, el abuso de poder. Es un reflejo de la sociedad que hoy tenemos.
Dices que esta obra ha provocado en ti una deconstrucción. ¿Cómo así?
Tendemos a generar una coraza y no expresarnos, o no ser nosotros mismos por miedo. Alicia me ha hecho conectar con muchas partes de mí.
¿Cómo cuáles?
Tratar ciertas heridas o ciertas cosas que, hasta que uno no las experimenta desde otra óptica, tal vez no trabaja mucho en ellas.
¿Qué heridas?
Las relaciones que he tenido en el pasado conmigo misma, la infancia.
¿Pero qué de la infancia?
De chiquita siempre tendía a ir un poco más rápido que el resto, yo quería todo para ayer. Tal vez me he saltado algunas etapas. Lo bueno es que ha sido por decisión propia. De hecho, de muy chiquita me fui a estudiar a Estados Unidos. Me salté los veranos con mis amigas.
¿A qué edad te fuiste a EE.UU.?
El primer intercambio que hice fue a los 14 años. La he tenido muy clara desde muy chiquita. Siempre estuve buscando programas, pero vivía en Trujillo y no tenía esas oportunidades de hacer talleres vinculados a mi carrera… De hecho, a los 10 años grabé mi primera novela, Ciro, el ángel del Colca.
¿Pero qué has replanteado en ti a raíz del papel de Alicia?
Es ver qué temas tengo que ir tratando un poco más para que eso no tenga tanta repercusión en mí. Me pasa que conecto con cosas que me han marcado. Temas en el colegio…
¿Te peleabas con tus compañeras?
No. Tuve un episodio un poco fuerte en secundaria; de hecho, me hicieron bullying en el colegio.
¿Qué pasó?
En verdad, no sé por qué me hicieron bullying, pero creo que era porque yo desde muy chiquita siempre resaltaba, siempre estaba en las actuaciones del colegio, tenía el protagónico en las obras. Siento que había una suerte de envidia.
¿De qué se agarraban para hacerte el bullying?
Inventaban chismes, hablaban sobre mi físico.
¿Por tu estatura, tal vez?
Por mi estatura, por mi peso, por cómo me veía. Y creo que son cosas que hasta el día de hoy sí tratan de jugarle un poquito a mi mente.
Pero no deberían afectarte esos fantasmas. Tienes talento y te has formado en Nueva York.
También es eso, ¿no? Desde la gratitud la vista es más bonita. Y, si no me hubiesen pasado todas estas cosas, tal vez no estaría donde estoy hoy. Es lindo que te pasen cosas bonitas, pero desde la incomodidad y desde las cosas retadoras es de donde realmente aprendes y desde donde necesitas crecer.
Y cuando te molestaban, ¿no te peleabas?, ¿no respondías?
Creo que he sido un poquito pasiva en ese sentido, a pesar de siempre haber tenido una personalidad arrolladora, resaltante. Me costaba mucho a nivel Marialola, mas no en un escenario, donde creo que todo lo que tenía guardado lo podía reflejar.
Recuerdas que Stanislavski decía que hay que estudiar la vida para interpretarla. Pero también hay que estudiar la vida para vivirla, ¿no?
También. Tener la posibilidad de contar las situaciones que me han marcado en la vida y saber que hay una persona al otro lado con la que puedo conectar.
Hoy, ¿qué te cuestiona?
Una de mis mayores inseguridades es… Siempre he tenido temas, por ejemplo, con mi cuerpo, por cómo me veo, si estoy bien o estoy mal. Quieras o no, el estar expuesta en este medio, tener que verte frente a una pantalla, siempre estar en contacto frente a un espejo y a la opinión pública es aprender a lidiar con esos fantasmas internos, aceptar que las cosas van a estar ahí. Las cosas que te hacen ruido no las superas y ya, regresan, y cuando lo hacen es tal vez para que veas qué has aprendido de eso. Hay cosas que nunca se van a ir y uno tiene que aprender para que no te hagan tanto ruido. De eso estoy muy orgullosa. Creo que he podido trabajar de una manera grata todas esas inseguridades.
Hay quienes dirán: “¿Cómo puede tener esas inseguridades si es simpática y actriz?”. Imaginemos a otras personas y sus inseguridades.
También he sufrido ataques de pánico, ansiedad…
¿Tuviste que medicarte?
Sí… Y lo que me sirvió mucho era poder mirar el dolor del otro y darme cuenta de que hay personas que pueden tener un dolor más grande que yo, que pasan situaciones más graves que yo; verlo desde esa perspectiva es mucho más grato. Los voluntariados me ayudaron un montón.
¿Qué voluntariados?
Desde chiquita, en Trujillo desarrollé un tema con los niños de la cárcel. Me marcó mucho cuando fui de voluntaria a la cárcel, yo tenía 12 años. Y me fui involucrando con otras instituciones, como el Hogar de la Niña. Creo que todo eso me ayudó un montón para ver el otro lado de la moneda y analizar mis dolores y carencias.
Has vivido muchas cosas a muy temprana edad.
Sí, eso también lo agradezco y valoro.
¿Después de la obra vuelves a Nueva York?
Siempre digo que mi maleta está lista para ir a cualquier lado desde donde me llamen. La incertidumbre y yo cada vez nos llevamos mejor (risas), porque esta carrera es así.
AUTOFICHA
- “Soy Marialola Arispe Morales. Mi papá es músico frustrado, tuvo una banda en su adolescencia, la tuvo con mi padrino de bautizo. Pero mis papás fueron padres jóvenes y ser músico y con una hija, no… tuvo que escoger una carrera, es administrador”.
-“Soy la mayor de tres hermanas, una tiene 12 y la otra tiene 9. Todas cantan. Yo tengo 22 años. Nací en Trujillo. Acabé el colegio y me fui a estudiar a Nueva York. Y después trabajé un año allá. El mayor logro que tuve es estar en Broadway”.
-“Hice un largometraje en Madrid, que aún no se estrena. En Perú estuve un corto tiempo en Al fondo hay sitio. En menos de un mes estreno una película, tuve una pequeña participación en Sube a mi nube, narra un poco la vida de Mónica Santa María”.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
