Gianfranco Yucra: “El Jiu-Jitsu es un vicio positivo que te ayuda a ser tu mejor versión” [ENTREVISTA]

Por Kevin Morán.

Yucra, de 28 años, se prepara diariamente en jornadas extenuantes que siguen perfeccionando su técnica y conocimiento, el cual también comparte con nuevos estudiantes en el extranjero. En esta entrevista nos habla de su experiencia y sobre la comunidad que ha visto crecer en el país. No lo perdamos de vista.

-En verdad fue una muy buena experiencia. Una semana antes competí en los panamericanos de NoGi de Jiu-Jitsu en Dallas, Texas. En la segunda pelea perdí por dos puntos porque me enfrenté a un buen rival, un chico de California. Luego del campeonato me quedé con la sensación de haber podido dar más, que no di mi 100%. Son cosas que pasan, no fue mi día. Pasé la página y la siguiente semana fue el Memphis International y traté de enfocarme. Mi entrenador me sugirió que debía estar más tranquilo, que debía dejar fluir mi Jiu-Jitsu. Con esa mentalidad fui a competir.

Sin embargo, dos días antes del campeonato, haciendo un poco de técnica con un compañero, Yucra sintió un fuerte dolor en el hombro. “Estuve preocupado por el dolor, pero me dije a mí mismo que estaba bien y que era fuerte”. Cuatro amigos lo acompañaron al torneo, donde tuvo dos peleas.

“La primera me tocó con un chico de Dallas, muy bueno. La pelea terminó en un minuto. Pude hacer una raspada, ganar su espalda y finalizarlo con un ahorque que se conoce como el ‘mata león’. En la segunda pelea, me tocó con un chico igual de bueno, de Tennessee, cinturón negro de judo. Le gané por puntos. Fue una pelea bien dura, bien reñida”, nos cuenta.

En el NoGi, los luchadores no emplean el kimono, el uniforme del Jiu Jitsu brasileño. En lugar del traje, se usa un rashguard, que vendría a ser una camiseta y un short. También hay diferencias en cuanto a las reglas.

“En el NoGi, por ejemplo, puedes hacer llaves al talón a partir del cinturón marrón o negro. Las llaves al talón, conocidas como Heel Hook, no se pueden hacer en el Jiu-Jitsu con kimono”, advierte Yucra. En su opinión, es positivo para la gente que practica deportes con agarres en general.

-Comencé en el 2010, primero por tres meses, lo dejé, regresé de nuevo y estuve así por dos años más o menos hasta que me dieron el cinturón azul. Comencé en Sniper San Miguel, con el profesor Francisco Rematozo, después estuve en Sniper Miraflores con el profesor Christian Freyre y Renzo Ríos. Me quedé en Miraflores hasta el cinturón morado. Luego empecé con Jean Marc Tonnard y Franco Mogrovejo, quienes me propusieron dar clases. Me dijeron que estaban interesados en que dé clases en Sniper Jiu-Jitsu Surquillo. Siempre me mantuve en Sniper.

-Sí, definitivamente. Cuando comencé en el 2010, recuerdo que las academias más grandes eran Sniper, Guigo Jiu-Jitsu y BJJ Perú. La competencia era muy pequeña, todos se conocían, no era tan grande como es hoy en día. No era fácil practicar este deporte hace 10 años en el sentido económico. Un traje no te baja de 100 dólares. Una mensualidad no baja de 150 o 200 soles.

Mucho antes, hablando del 2000, más o menos, lo sé por amigos, habían academias cerca al parque Kennedy, como la del profesor Alex Ferreira. Sniper estaba en su otra sede, en Bolívar. Esos eran los equipos que siempre competían. Hoy en día lo practican todos, hombres, mujeres, niños y niñas.

-Creo que las personas nunca logran nada solas. Todo es un trabajo en equipo, planeado, de mucho tiempo, muchos años, mucha dedicación, y realmente estoy muy agradecido con mis profesores. Con Francisco Retamozo, quien me introdujo al Jiu-Jitsu, con el profesor Christian Freyre, con Renzo Ríos. Renzo me pulió en el deporte, elevó mucho mi Jiu-Jitsu, me llevó a otro nivel. También mi sensei de judo, porque practiqué por bastante tiempo, Renzo Vidaurrazaga y su hermano Bruno. Por eso también me mantuve en Sniper, siempre me sentí en casa, sintiendo apoyo incondicional. Me alegra que estén creciendo como una de las mejores academias de Perú.

-Creo que detrás de todo problema, de toda crisis, siempre hay una gran oportunidad. El 2020 fue difícil para todos, pero realmente, personalmente, fue un año de mucho avance hablando de Jiu-Jitsu. Siento que nunca había entrenado tan fuerte en mi vida durante los seis primeros meses de pandemia. Me reuní con un grupo pequeño de amigos, y comenzamos a entrenar de lunes a sábado en el garaje de mi casa. Nos ayudó mucho a todos porque fue un momento difícil. Incluso pensé en dejar de entrenar. Mi preparador físico Manuel Venegas también me ayudó a entrenar vía online durante ese tiempo difícil.

Fue un gran cambio en la vida, pero valió la pena. Muchas veces no vemos los resultados en el momento, pero sí a largo plazo. Y algo que me alegra bastante es que ese grupo con el que estaba entrenando todos los días, que eran de diferentes escuelas, muchos de ellos, después de la pandemia, han regresado a competencias. Algunos están compitiendo en Estados Unidos y les está yendo muy bien. Eso me da mucha felicidad. También compiten en Perú y están ganando. Esa es una satisfacción muy grande para mí.

-El Jiu-Jitsu se ha convertido en un estilo de vida, lo que hago desde que despierto hasta que voy a dormir, de lunes a domingo. Por más raro que suene, lo siento así. Es un estilo de vida porque influye mucho en lo que haces en tu día a día. Recomiendo a todas las personas que se den la oportunidad de intentarlo. Además, he conocido personas increíbles. Es una comunidad que está creciendo no solo en Perú, sino en todo el mundo.

-Cuando comencé a practicar no me sentía tanto así, pero son cosas que vas descubriendo en el camino. Realmente lo que más he aprendido con el Jiu Jitsu es a conocerme a mí mismo, siento que eso es algo en lo que te ayuda este deporte. Te vas conociendo mejor, sabes quién eres. Al momento en que estás en situaciones vulnerables, por ejemplo, muchas veces tratas de rendirte y ya, no importa, pero el Jiu Jitsu te ayuda a luchar. Este deporte es una lucha constante, como en la vida, día a día. Definitivamente, el Jiu Jitsu te ayuda a conocerte mejor.

-Exacto. Y todo es paso a paso. Está bien, comienzas como cinturón blanco, entrenando. Mucha gente comienza porque quiere aprender defensa personal, porque quiere bajar de peso, y cada uno tiene sus propias metas. Comienzan entrenando dos o tres veces por semana, pero de ahí te gustó un poco más y entrenas cuatro veces hasta que compites, te va bien, y comienzas a entrenar de lunes a viernes. Se vuelve un vicio positivo, que realmente te ayuda, te suma. Te ayuda a ser mejor, a ser tu mejor versión. Trato de dar lo mejor de mí, ser mi mejor versión cada día. Y ahora me enfoco en transmitir todo lo que vengo aprendiendo y en seguir mejorando.

-Que se enfoquen en algo que les guste, sea el deporte que sea y que den lo mejor. Que aprendan nuevas cosas y que descubran. Si no te gusta un deporte puedes ir a otro y otro. Ese fue mi caso, en el colegio hice básquet por bastante tiempo, pero cuando conocí el Jiu-Jitsu fue un amor a primera vista. Cuando comencé no era bueno, no entendía las técnicas básicas, no me salían bien, pero todo es con tiempo, dedicación y entrenar, entrenar.

-Mi madre. Ella falleció en el 2018. Fue un momento difícil, pero siento que está conmigo siempre. Me inspira a luchar día a día, a seguir mis sueños, ser una mejor persona, un mejor ser humano. Es la base de todo. Antes de cada competencia la tengo bien presente y nunca me siento solo. Me enseñó a disfrutar mi vida y ser feliz.