Alejandro Narváez, quien en 2021 postuló al Congreso por Apurímac con el partido liderado por la izquierdista Verónika Mendoza, estuvo hace unos días en Palacio de Gobierno para reunirse con la presidenta Dina Boluarte, llevado por Óscar Vera, sindicalista de Petroperú.
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Según fuentes de la empresa, la reunión sirvió para que Boluarte le conceda el control de la petrolera, con lo que cedería la empresa a la izquierda como para terminar de hundirla.
Narváez es de convicción estatista. En 2006 postuló por el Movimiento Nueva Izquierda para congresista por Lima, así como vicepresidente para dicha agrupación.
Pese a los más de S/10,000 millones que el Estado ha desembolsado a Petroperú sin éxito y todas las gollerías que brinda a sus trabajadores, recientemente Narváez afirmó que el directorio renunciante ha sobredimensionado el problema de la petrolera.
“Todas las empresas que conozco en estos tiempos de crisis la están pasando muy mal. Petroperú no es una excepción, máxime con un proyecto de inversión como la Refinería de Talara”, dijo a RPP.
Narváez incluso despotricó contra el directorio de Oliver Stark, indicando que no era la administración recomendable, debido a que han tenido siete meses para gestionar la empresa y brindar buenos resultados, y que “lo único que han hecho es quejarse y pedir más dinero”. Por lo que indicó que la gestión privada no es la única opción.
Declinan
Esta oposición a la inversión privada también la ha expresado en el ámbito del sector minero. En su cuenta de Facebook tiene un post que señala que “el verdadero aporte minero es una burla”.
Esta postura de Narváez es la que ha llevado a que los directores renunciantes, representantes del MEF, que habían decidido quedarse en la petrolera revirtieran su decisión.
“El equipo (los tres directores del MEF) no va con él. Complicadísimo. Se les ha planteado la posibilidad de ser directores con Narváez, pero no han aceptado, porque sería un retroceso para la petrolera”, indicaron fuentes de Peru21.
Lo peor es que esta decisión de poner a Narváez a la cabeza de la estatal se da en un contexto en que el Gobierno le ha brindado un nuevo rescate a la petrolera por US$2,692 millones, según cálculos de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
La pregunta que surge es: ¿el fajín del ministro Arista y Mucho será tan pesado que se harán de la vista gorda ante esta decisión de Dina Boluarte?
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