Minería, pesca y agroindustria podrían ser los sectores que se reactiven primero con el fin de la cuarentena [ENTREVISTA]

En los mensajes diarios del presidente Martín Vizcarra, el mandatario hace énfasis en un “retorno gradual de las actividades”, pues no será de golpe que a partir del 27 de abril la sociedad vuelva a su estado previo a la pandemia.

Las actividades económicas en todo el territorio peruano se han visto reducidas únicamente a aquellas consideradas esenciales, tales como salud, comercio de primera necesidad, bancos, grifos, medios de comunicación, servicios de transporte, entre otras pocas. Sin embargo, la economía peruana espera una pronta recuperación, por lo que salta la interrogante: ¿Cómo se reactivarán las actividades económicas tras la cuarentena?

Perú21 contactó con Miguel Andrés Jaramillo, economista senior del Consejo Privado de Competitividad (CPC) quién indica que “independientemente de cuándo sea el mejor momento, lo que se debe hacer es continuar con el trabajo remoto donde sea posible, en aquellos servicios que lo han venido haciendo, esa será la norma en los próximos meses”.

Para el especialista se tendrá que analizar qué sectores tienen un alto valor agregado, y lo que es más importante, que no generen aglomeraciones, en la línea de cumplir lo ya informado por el Gobierno. “La minería, la pesca y la agroindustria podrían ser los primeros en reactivarse de manera progresiva”, asevera.

“Estos sectores tendrán que implementar protocolos que incluyan la toma de temperatura en la entrada y salida a sus trabajadores, colocar dispensadores de gel y jabón, proveer de mascarillas”, comenta Jaramillo, a la vez que señala que el sector minero deberá tener sumo cuidado con el transporte de sus trabajadores, “evitando aglomeraciones de cualquier tipo y mantener protocolos de distanciamiento para poder reabrir de manera segura".

En la agroindustria se espera que el flujo de exportación no se vea tan afectado, aunque estamos en un contexto de incertidumbre se han confirmado algunos volúmenes de exportación; sin embargo, hay incertidumbre en la demanda externa. Además, hay incertidumbre en cuanto a la demanda externa. Este sector tendrá que implementar protocolos sanitarios en las empacadoras, almacenes, transportes de personal, etc." apunta Jaramillo y recalca que es importante también mantener una fiscalización constante en los mercados y centros de abasto para evitar aglomeraciones y un posible rebrote.

Para el sector pesquero, el economista manifiesta que “se deben establecer protocolos entre ministerios como el Minsa y Produce, pues hay empresas de diversos tamaños y los pescadores tienen que tener un protocolo sanitario claro. Estos ministerios, de forma conjunta, tienen que hacer lo necesario para que la captura de pescados continúe”.

Debido a los efectos de la pandemia por el COVID-19, y lo poco que se conoce del virus (la capacidad de adaptación que tiene y lo rápido que se contagia) el panorama a futuro resulta incierto y para levantar las medidas de cuarentena para “volver a la normalidad” no hay una fecha exacta: “Esto va a depender mucho del análisis de información. No queda muy clara cuál es la estrategia de como abrir la economía. ¿Cuándo es el momento adecuado? Debe haber un seguimiento en tiempo real de las cifras. Debe seguirse los reportes de las pruebas rápidas, los ingresos a UCI y fallecimientos porque son indicadores que presentan menos incertidumbre”.

"En Perú el crecimiento en muertes es mucho más bajo que en otros países, pero no pareciera que la curva se aplane, al contrario, sigue creciendo. A pesar de pacientes que son dados de alta hay fallecimientos, es por eso de debe hacerse un seguimiento en tiempo real, hay que seguir testeando (pruebas) y diagnosticando. También podría hacerse un seguimiento simple por celular de los pacientes que están en casa y con eso armar base de datos para cuarentenas selectivas a nivel territorial.

“Hay una alta probabilidad de que creamos que todo está contenido y si hay un rebrote tenemos que estar en alerta en los próximos 6 meses”, refirió.

Actualmente, el nivel de incertidumbre es extremadamente alto, por lo que se calcula que esta crisis económica sea aún mayor que la que se vivió en el 98. Además, existen sectores cuya reinserción tardará más de lo esperado y se verán seriamente afectados.

En el caso de los restaurantes: “La tienen difícil y probablemente no abrirán en buen tiempo, algunos van a tener que pasar a un proceso de reorganización interna para aplicar el servicio tipo delivery, algunos comercios usarán el comercio electrónico. No todos pueden hacerlo, como es el caso de los informales. Aquella actividad que implique una aglomeración difícilmente va a reaperturar, tal como el turismo, por ejemplo”, explica el miembro del CPC.

Para seguir graficando lo que puede pasar con los negocios más pequeños, en el caso de una peluquería “con que hallan tres peluqueros y dos clientes por hora pueden tener tasas de contagio. También las cafeterías pueden ser un riesgo para la salud. Este grupo de negocios abrirá probablemente después y mientras tanto es importante observar las herramientas que está brindando el Gobierno como bonos a los trabajadores independientes y bonos a las planillas de las empresas.

El especialista señala también que el transporte formal sufrirá cambios para poder operar, pues se deben limitar los aforos y para aquellos informales se debe establecer una fuerte fiscalización para hacer cumplir estas medidas.

Las aerolíneas, junto con el turismo y los restaurantes van a priorizar la recuperar su salud financiera pues han tenido shock en sus ingresos y deben utilizar las facilidades brindadas por el gobierno para evitar la pérdida de empleos: “Se pueden estimar más de 500 mil empleos perdidos en general si las cifras de crecimiento son como las que se proyectan”.