El 15 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reveló algo que muchos analistas no esperaban: la economía peruana solo creció 0.21% en junio (acumuló un incremento de 2.49% en el primer semestre de 2024). Las proyecciones apuntaban a un avance de 1% en el sexto mes -que ya era bajo-; sin embargo, ni el acceso a la CTS ni el retiro a la AFP lograron impulsar aún más la actividad productiva.
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Cabe precisar que un informe del Banco Central de Reserva, publicado en septiembre del año pasado, reveló que el Perú cuenta con 30 días de vacaciones y 16 feriados, con lo cual es el país con más días libres remunerados en comparación con otras economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Alianza del Pacífico.
En ese sentido, para el director de Phase Consultores, Juan Carlos Odar, un factor que impactó en el resultado de junio fue el día no laborable por el 7 de junio (Día de la Bandera), el cual recién comenzó a regir en 2024. Por ese motivo, consideró que se debe poner especial atención a lo sucedido en julio, en el que se tuvo tres días festivos, de los cuales uno recién apareció en 2023 para conmemorar el Día de la Fuerza Aérea del Perú (23 de julio).
“Lo del 23 fue nuevo y aislado, un buen ejemplo de cómo no se tienen que implementar estos días no laborables. Un feriado nuevo genera un impacto negativo en la producción del mes”, comentó.
Son varias las actividades afectadas por estas decisiones, pero las más golpeadas, según el economista, son construcción y manufactura no primaria porque dejan de operar por completo o trabajan en muy baja escala.
En tanto, el gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), Víctor Fuentes, señaló que los cuatro feriados agregados este año, significan hasta 0.16 puntos porcentuales de menor crecimiento en 2024. “En general, un exceso de feriados puede tener impactos negativos sobre la actividad económica”, resaltó.
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TURISMO
En los últimos años se agregaron cuatro feriados: 7 de junio, 23 de julio, 6 de agosto y 9 de diciembre. A esto se suman los días no laborables para el sector público y los privados que se acojan. Uno de los argumentos para esta decisión es el impulso al turismo, que aún no se recupera de la pandemia.
Al respecto, el presidente del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Oscar Chávez, detalló que las cifras demuestran que en los feriados largos se beneficia a actividades turísticas relacionadas con el transporte de pasajeros, alojamiento, restaurantes, producción y comercio de artesanía, agencias de viajes, y servicios culturales y recreativos.
“La Semana Santa en 2023 se desarrolló en abril y en 2024 se celebró en marzo. Las tasas de crecimiento más altas del sector ocurrieron en dichos meses, con crecimiento de 9.1% y 5.6%, respectivamente”, añadió.
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No obstante, recordó que el rubro turismo apenas representa el 4% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, mientas que otros tienen una mayor participación y son afectados por los días en los que se paraliza la economía.
“Algo similar ocurre cuando el feriado corresponde al sector público y no al privado. Por ejemplo, ciertas operaciones del sistema financiero quedan suspendidas porque no se puede cumplir con un procedimiento o requisito que se debe realizar en una institución pública”, precisó.
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