Promigas: “Para este año tenemos previsto invertir US$52 millones adicionales para seguir creciendo”

Tenemos dos concesiones. La de Gases del Norte del Perú, en Piura, y la de Gases del Pacífico, en las regiones de Áncash, La Libertad, Cajamarca y Lambayeque. En las dos hemos venido avanzando muy bien. La de gases del Pacífico se inició en 2017 y la de Piura en 2021. A la fecha, ya tenemos casi 300 mil hogares con gas natural en el norte. Es decir, son casi 1.2 millones de peruanos que están disfrutando del gas natural. Este avance ha sido no solo en el sector residencial, sino también en el sector industrial, donde ya tenemos 100 industrias consumiendo gas natural y siete estaciones de GNV. Próximamente, la idea es conectar unas ocho estaciones más al cierre de 2024.

Han sido muchos. En el caso de Gases del Pacífico, que es una concesión de gas natural licuado, en la que nosotros adquirimos gas natural en la Planta de Gas Natural Melchorita, en un cargadero en el sur. Son casi 1,000 kilómetros que recorremos todos los días yendo al norte y regresando al sur nuevamente a cargar. Ahí hemos tenido muchos retos, sobre todo el de la competitividad. Hablamos de una tarifa que es más elevada, en algunos casos, entre 50% y 60% y, en otros, el doble, frente a la que acceden los clientes de Lima y Callao. Entonces, el principal reto ha sido la competitividad de esas tarifas finales, así como el desarrollo de esa infraestructura de GNL y el almacenamiento que debemos tener para atender estas localidades en el norte peruano.

Fueron muchos retos para construir un gasoducto de 300 kilómetros de acero. Esta construcción se realizó durante la pandemia. Pese a esto, fuimos capaces de, en dos años, tener listo ese gasoducto en el que iniciamos la operación temprana en julio de 2021 y después declaramos la operación comercial el siguiente año en 2022. La región Piura anhelaba el gas natural desde hace mucho tiempo. Ya tenemos casi 30,000 clientes y nos sentimos muy orgullosos.

La operación de Gases del Pacífico, como es GNL, tiene varios componentes que no están presentes en una estructura de costos tradicional de una compañía de gasoductos. Por ejemplo, en la operación de Gases del Pacífico nosotros tenemos el gas de Camisea. Ese gas llega a Lurín y posteriormente se licúa en la Planta de Melchorita (en Cañete). Después, tenemos que transportarlo en cisternas al norte. Finalmente, tenemos que almacenar y regasificar el gas para luego introducirlo en una red de distribución para llevarlo al cliente final. En esta distribución se tienen como entre seis y siete componentes en la cadena que hacen que el costo sea más elevado.

A la fecha tenemos casi US$470 millones invertidos en la región norte entre las dos concesiones. Además, para este año tenemos previsto invertir US$52 millones adicionales para seguir creciendo. De las 300 mil viviendas que mencioné, 270 mil están en las regiones de Lambayeque, Cajamarca, La Libertad y Áncash, y los otros 30 mil están en Piura. Este año vamos a conectar unas 35 mil familias adicionales y tenemos, además, muchos planes de crecimiento en el tema de GNV.

La idea es que haya ocho estaciones más de GNV ofreciendo servicios este año, unas 30 industrias aproximadamente nuevas que también conectemos y seguir desarrollando el mercado residencial, en donde enfrentamos a los principales retos hacia adelante.

Hemos superado con amplitud los compromisos que habíamos suscrito con el Estado en el número de conexiones. En el caso de Gases del Pacífico, eran 150 mil viviendas y tenemos 270 mil. Sin embargo, para poder seguir creciendo en este sector, que es un interés y compromiso de Promigas, requerimos la implementación de la tarifa nivelada para hacerlo sostenible.

Hace mucho sentido para el caso del gas natural que tengamos una estructura de lo que se denomina compensaciones o subsidios cruzados entre los clientes. Por lo general, cuando se otorgan estas concesiones en países en desarrollo como los nuestros, es necesario establecer un esquema de subsidios cruzados entre los clientes que más consumen y los que menos consumen, con el fin de que se pueda desarrollar la infraestructura al inicio. Posteriormente esos subsidios se van eliminando en la medida que el mercado vaya creciendo. Esto debido a que las inversiones para desarrollar la infraestructura del gas son muy cuantiosas. Recordemos que no necesariamente el mercado está cerca de los yacimientos de gas natural.