Sistema financiero: ¿cómo impulsar la bancarización de las mujeres?

En un país donde únicamente el 52% de la población está bancarizada y el avance se produce a paso lento debido a la alta informalidad laboral, ¿qué beneficios supone que más mujeres puedan ser parte del sistema y qué pueden hacer el país y la banca para asimilarlas?

Antes de responder la pregunta, es pertinente observar que las mujeres de 18 a 25 años serían las que más confían en el sistema financiero, pues el 42% de ellas tiene una cuenta de ahorros, un porcentaje superior al de las peruanas de 26 años o más.

A eso se suma que nuevamente las más jóvenes tienen mayor acceso a créditos, pues el 29% accede a préstamos del sistema formal, un porcentaje que supera al de las de 43 años a más (21%).

En ese contexto, Silvia Noriega, líder del Programa de Equidad de Género de Credicorp, explica que la edad puede ser un factor a favor en la bancarización de las mujeres si se considera que los servicios financieros son cada vez más digitales, y “que la falta de digitalización constituye una barrera de acceso al sistema financiero”.

“La digitalización lograda facilitaría una mayor bancarización o uso de servicios financieros. El uso de la tecnología por parte de los más jóvenes es un factor que puede sumar a esta hipótesis (de que un cambio generacional influya positivamente en la bancarización), dado que el acercamiento con varias aplicaciones móviles al día les permite generar mayor confianza en cualquier otra herramienta electrónica. Además, existen varios esfuerzos por promover la bancarización, como las billeteras móviles”, comenta la ejecutiva, para luego mencionar como ejemplo a Yape, que tiene alta aceptación entre jóvenes de 18 a 25 años, según Credicorp.

Pero el uso de herramientas digitales no es el único elemento que aportaría a bancarizar a más peruanas, sino también el acceso a la información, que desde la mirada de Noriega es altamente importante.

“El principal paso para incrementar la confianza es incrementar la comprensión sobre para qué sirve y cómo funciona el sistema financiero. En tal sentido, una educación financiera simple, clara y oportuna es clave para que las mujeres mejoren sus habilidades y conocimientos financieros, y, en consecuencia, se sientan más cómodas y confiadas de que este forme parte de su día a día. Este es un tema en el que viene trabajando todo el sector (que involucra más sistemas además de la banca) desde hace años. Primero, hay que entender el rol que juega la mujer en la sociedad, así como sus necesidades y expectativas: la mujer representa un 50% del mercado que hoy está desaprovechado, y por tanto es una gran oportunidad para el sector”, destaca.

La importancia de aprovechar el mercado y bancarizar a más mujeres no solo implica asimilar trabajadoras dependientes al sistema, sino que incluso se contribuiría a formalizar negocios, pues el 70% de las bodegas del Perú son lideradas por mujeres, según la Asociación de Bodegueros del Perú.

Y en el caso de la lucha contra la informalidad, la bancarización aportaría a que se reemplacen vías no formales de ahorro por unas que sí lo son.

“Supongamos el caso de una mujer que solicita un crédito para su empresa. Probablemente va a requerir entonces brindar el número de RUC, el número de cuenta en donde se realizará el depósito, va a ser más cómodo si tiene una tarjeta con la cual realizar los gastos y así sucesivamente. Va a necesitar formalizar varios puntos. Del mismo modo, una mujer que crea una cuenta de ahorros y comienza a depositar sus ingresos allí podrá acceder a una tarjeta de débito e ir transaccionando digitalmente; es decir, irá formalizándose poco a poco”, aseguró Noriega.