No le tiene miedo a la edad. Algunas mujeres pretenden quitarse los años, pero ella dice que está a punto de cumplir 42 y se sigue sintiendo sexy. Lo dice de la manera más sexy y natural posible.
Confiesa que se puso tetas luego de aparecer en Playboy, pero una talla chiquita, nada exagerado. Confirma que ese trasero, ese que luce, es suyo y sin cirugías porque es cosa de la genética. Ama las cremas y las tiene para el día, para la noche, y para todo lo demás que te puedas imaginar. Sale a la playa a caminar como un mimo porque se pone harto bloqueador. Hace ejercicios, come sano y los viernes tiene –casi sin falta– una cena romántica con su esposo Jackson Mora.
Esta entrevista la acordamos por Instagram, donde tiene casi 3 millones de seguidores. Tilsa Lozano llega puntual a la cita, con el vestuario ideal para la sesión de fotos. Recordamos que en 2006 fue Miss Hawaiian Tropic Perú. Fue su salto a la fama. Luego y hasta ahora –lo acepta– sería parte de la farándula.
Le confieso que durante dos sábados no salí de mi casa para verla contar su verdad sobre ese tormentoso romance con el ‘Loco’ Vargas. No se inquieta con su pasado. Hay personas que se hacen insignificantes en el tiempo, y en ese plano está esa historia que paralizó al país.
Tilsa se considera una mujer feliz y afortunada. Lo mejor que le ha pasado en la vida es ser mamá: Valentina y Massimo son los pequeños héroes de cada uno de sus días. Con ellos aprendió a comer menestras –que antes no le gustaban–, y al lado de los pequeños ve series infantiles que jamás pensó que capturarían su atención.
Se quiebra cuando habla de su mamá. De pronto, sus ojos se llenan de lágrimas: le emociona hablar de ella, de todo lo que la apoya, de esa conexión tan especial que tienen. Mamá siempre está. Mamá la llama cuando de pronto más lo necesita.
Tilsa está en uno de los mejores momentos de su vida.
Y está enamorada.
Y ha vuelto a los shows.
Y sí, es una mamá sexy. ¿Quién dijo que eso era imposible?
Has dicho que la TV peruana hoy es invasiva. ¿Por qué?
La televisión peruana está intentando un poco innovar, hacer cosas diferentes, porque estuvimos estancados durante muchísimo tiempo. Pero creo que tienen ciertos parámetros en los cuales hay personas que pueden difamar, mentir, juzgar… Hay demasiados permisos para ciertas cosas e irónicamente no puedes decir una lisura porque te censuran. Tenemos una televisión muy cucufata, muy calzón con bobos y, por otro lado, hay una cacería de brujas en la que se destroza a las personas de una manera incalculable. Y hay personas que eso les afecta.
¿A ti te ha afectado?
No sé… Creo que cada cosa que te pasa es por algo. Desde muy jovencita he pasado por ataques, pero siempre lo he tratado de llevar con onda, con flow, y esto se lo debo a mi familia, a mi mamá, a mi papá, a mis tías, y a mis amigos desde que soy chibola. Me han contenido.
Pero te han dado duro.
Sí, pues. Sería mentir decir que todo me llega al…, en algún momento te llega a tocar una parte de ti porque están mintiendo, te están insultando, te están difamando. Además, creo que así sea algo que es verdad, verte expuesto en esa situación, donde hacen una carnicería de ti, alguna fibra te va a tocar porque, si no, no eres humano... eres un muñeco, un robot.
Y cuando te has caído te has levantado.
Y no solo me he caído y me he levantado rápido, sino que me he levantado más fuerte, una y otra vez.
‘Soy soltera y hago lo que quiero’ regresó.
Este año cumplió 10 años y casualmente DJ Peligro –el creador de la pista– me dijo para sacar una canción y volver. Camila, mi mejor amiga y mi mano derecha, me comenta un día que me quieren en una presentación, en un show con mis canciones. Lo pensé. Yo me he estado dedicando a las presentaciones corporativas, a los eventos en municipalidades… Y todo era como Tilsa Lozano, no como vengadora. Cuando el día llegó fue muy emocionante escuchar a la gente gritar mi nombre. Fue hermoso.
¿Te sientes todavía una vengadora?
Siempre voy a tener una vengadora dentro.
¿Qué es ser una vengadora?
Es una persona que no se queda en el piso, una mujer que quiere su revancha y no tiene que ver con el romance o con un hombre. Es una revancha contigo misma, con la vida. Es la oportunidad de levantarte y hacer lo que te da la gana. Es una mujer que sabe que se va a tropezar y que se va a caer miles de veces, pero quiere su venganza de una manera positiva, una siguiente oportunidad.
¿Y tu familia?
Es lo más importante de mi vida.
¿Te cambió la vida?
En el fondo yo siempre he sido una Susanita. Para fuera era la vengadora, sexy y empoderada, pero a la vez quería ser mamá y sobre todo una buena madre. Las mujeres podemos ser todo lo que queramos. Hay que sacarnos las etiquetas. No por estar bailando en una discoteca eres una mala madre.
Dijiste que ibas a dejar los shows.
Cuando salí embarazada de Valentina hace casi 10 años dije ‘esto se acabó para mí’, pero la vida te puede cambiar en un segundo y se dio. Haremos una pequeña gira, lo que dure y el próximo año regreso a mi maternidad 24/7.
"YO ME SIGO SINTIENDO SEXY"
¿Eres una de las mujeres más sexys del Perú?
Creo que en su momento fui una de las mujeres más sexys que tuvo el Perú y a mis casi 42 años yo me sigo sintiendo sexy. Es algo que no tiene que ver con cómo la gente te ve, sino con cómo te sientes. Si estás conforme con tu cuerpo, lo transmites. Ahora, hay una persona que hasta el día de hoy hace cosas retrógradas diciendo ‘tiene celulitis, tiene celulitis…’ y yo digo a quién le importa si tengo celulitis. No es posible que hasta hoy se siga hablando del cuerpo de una mujer, de si es flaca o gordita. A mí me importa tres pepinos lo que digan, pero hay gente que se siente afectada.
Estamos hablando de Magaly.
Creo que ella es una de las personas que todavía retrasa al seguir definiendo el cuerpo de las personas.
¿Volverías a ser figura de Playboy?
Nunca digas nunca. Yo creo que no, pero también dije que no haría eventos y 10 años más tarde lo estoy haciendo. Si por allí cumplo 50 años y me siento regia y Playboy me llama quizás lo hago.
¿Te da miedo llegar a los 50?
No, para nada. A los 20 pensaba que a los 40 sería una vieja decrépita y eso no pasó. Es lo que piensa una chibola pava.
¿Te molesta que todavía te hablen del ‘Loco Vargas’?
A mí me parece insignificante, innecesario. Me casé, tuve hijos, hice mi vida… No tengo ni buenos ni malos recuerdos. No guardo recuerdos. Es una etapa que ya pasó.
¿Con qué sueña Tilsa Lozano?
Tengo varios sueños. Me gustaría hacer algo diferente, ser parte de un cambio. Me gustaría que nos compremos una casa, ver a mis hijos siempre con salud y estar allí para ellos. Me encanta ser mamá. ‘El Gran Chef’ fue una linda experiencia, estuve dos temporadas y me parece el tipo de programas que se necesitan porque ayudan a mostrar una faceta distinta del artista.
¿Te gusta cocina?
No me levanto pensando en cocinar, pero si mi esposo y mis hijos me lo piden lo hago con amor. Para mí cocinmar siempre está relacionado con el amor. Y la mejor demostración de amor que mi esposo pide es que le cocina. Yo me voy al mercado feliz y lo hago. Si mis hijos quieren preparar algo, allí estoy. Pero no despierto con la idea de qué cocinaré hoy.
"UN AMOR MADURO"
¿Cómo es tu relación actual?
Nuestro amor es bonito. Es un amor que se ha construido. Es un amor maduro, que se siente y se piensa. Además, en esta ocasión no era Tilsa sola. Era la primera vez que tenía una relación con alguien teniendo yo hijos. Cuando eres mamá, los requisitos, por asi decirlo, cambin. Quieres una persona que quiera a tus hijos, que sea un buen ejemplo, que sepa que mis hijos son mi prioridad. Mi esposo los ama a ellos como si fueran sus hijos. Y me ama, y me apoya. Cuando salió lo de volver a los shows, lo hablamos y todo bien. Él entendió que yo quería hacerlo porque me sentía bien, y ya, ok. Viajamos mucho, y los viernes nos tomamos un vino en una cena romántica.
Así que tienes un buen esposo
Sí, yo creo que él fue la pieza que encajó con nosotros. Cuando me separé de Miguel (el padre de sus hijos) yo pensaba dedicarme a los niños. Llevo una magnífica relación con él... Y llegó Jackson. No fue amor a primera vista. Fue un amor que trabajamos.
¿Cómo te has transformado en una mujer empoderada?
Sigo en el camino para ser una mujer empoderada. Todos los días aprendes algo nuevo. Antes tenía que lidiar con la prensa, luego con mis sueños de ser mamá y ahora lidio con la maternidad… Cada día voy remando hacia lo que me quiero convertir.
¿Te hiciste “retoquitos”?
Yo me he puesto busto, un bótox eventual… Pero mi nariz es mía, mi boca es mía, mi papada es mía…
¿Y tu trasero?
Es mío. Y cuando conocieron a mi papá se dieron cuenta de que era algo genético.
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