Víctor Torres Merino decidió cortar la amistad que mantuvo desde niño con los hermanos más poderosos del país, Dina y Nicanor Boluarte, para convertirse en su principal delator.
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Atrás quedaron los tiempos cuando Víctor Torres bailaba con Dina Boluarte durante la campaña presidencial de 2021 y la felicitaba por su elección como vicepresidenta de la República.
Hoy, el amigo de infancia de los Boluarte se ha acogido a la colaboración eficaz y ha decidido contar todo lo que sabe sobre ‘Los Waykis en la Sombra’: una presunta organización criminal dirigida por el mayor de los Boluarte para copar entidades del Estado, obtener ganancias ilícitas de los fondos públicos y así poder fundar el partido Ciudadanos por el Perú (CPP).
Con su declaración ante la Fiscalía, que sustenta el pedido de prisión preventiva contra Nicanor, Víctor Torres hunde definitivamente a su compadre y testigo de su matrimonio celebrado en la Municipalidad de Pueblo Libre en 1987.
Entre mayo y junio de este año, el profesor de Educación Física reconoció ante el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Eficcop) que fue pieza clave en el plan que diseñó Nicanor para inscribir al CPP.
También aceptó que, gracias a su cercanía con los Boluarte, recomendó a su primo Juan Enciso Torres como director ejecutivo de Provías Descentralizado, entidad adscrita al Ministerio de Transportes, y a su amigo Guido Flores Marchan como presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD).
El delator de 67 años también detalló que se benefició con jugosas contrataciones en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Específicamente, en el programa Qali Warma y el Programa Nacional de Plataformas Acción para la Inclusión Social (PAIS).
En sus declaraciones ante el Eficcop, Víctor Torres ha implicado a Dina Boluarte, señalando que esta última tenía conocimiento de las coordinaciones que tanto él como Nicanor realizaban en la clandestinidad para constituir a Ciudadanos por el Perú.
CIUDADANOS POR EL PERÚ
De acuerdo con el colaborador eficaz, la estrategia para la inscripción de Ciudadanos por el Perú habría empezado en una reunión en un local en Huachipa. A este evento asistió Dina Boluarte por 40 minutos no solo para agradecer a las personas y dirigentes que la apoyaron en la campaña de 2021, sino también para pedirles que se organicen y así constituir el partido político.
Según la hipótesis fiscal, la ambición de los Boluarte para aprovecharse del poder nació mucho antes del encuentro en Huachipa, cuando Nicanor Boluarte se dio cuenta del gran número de personas que habrían captado durante la segunda vuelta de la campaña presidencial de Pedro Castillo.
En septiembre de 2022, en un mitin en un restaurante en Barranco, el mayor de los Boluarte asignó a Víctor Torres la responsabilidad de coordinar con Jorge Ortiz, quien era el director general de Gobierno Interior del Mininter, la designación de prefectos y subprefectos.
“Cuando se entregaban a Ortiz las propuestas de prefectos, él se las alcanzaba a Dina Boluarte para que ella determine”, relata Torres en su declaración del 21 de mayo de 2024.
A fines de noviembre de 2022, se realizó un segundo encuentro en Huachipa con los dirigentes del CPP. En esta reunión, Nicanor Boluarte mencionó, según el relato, que “por encargo de la Dra. Dina Boluarte”, la fecha límite para inscribir al partido ante el Jurado Nacional de Elecciones era junio de 2023.
Los planes de Dina y Nicanor apuntaban a controlar las prefecturas y subprefecturas para que esos funcionarios cedieran su sueldo y así financiar las actividades proselitistas del CPP. En otras palabras, los Boluarte usaron recursos públicos para sus intereses políticos.
Según el Eficcop, el 7 de diciembre de 2023 —día en que Castillo dio su fallido golpe de Estado—, Zenovia Herrera, amiga de Nicanor Boluarte, llamó a Armando Villalobos para informarle que sería designado como prefecto de la región San Martín.
Dos días después, el 9 de diciembre, Nicanor se reunió virtualmente con personas de su confianza para darles las directivas sobre cómo debían proceder para direccionar el nombramiento de subprefectos y prefectos en Cajamarca, Junín, Lima, Apurímac, Puno, Ica y Cusco.
La orden también fue distribuir las fichas de afiliación para conseguir más firmas y militantes, requisitos indispensables para conformar un partido.
Según Víctor Torres, estas fichas eran llevadas a un local en San Borja, pero, a raíz de los destapes periodísticos, Nicanor decidió trasladar sus actividades a un inmueble en el Jr. Risso, en Lince.
El equipo especial que lidera la fiscal Marita Barreto no solo tiene el testimonio de Torres. Ha conseguido chats, fotos y otras declaraciones que corroboran las maniobras en la sombra que desplegó Nicanor con la anuencia de la jefa de Estado.
Pese a ello, Luis Vivanco, abogado de Nicanor, sostuvo que el Ministerio Público no va a poder corroborar la manifestación de su colaborador estrella.
“El dicho del señor (Víctor Torres) es válido en un procedimiento de colaboración eficaz, es válido en el marco de una investigación, pero todo lo que el señor diga, por más detalle que haya precisado, por más visos de verosimilitud que pueda tener, tiene que ser absolutamente corroborado”, declaró Vivanco a Canal N.
Nicanor ha optado por el silencio ante las contundentes evidencias, pero el 21 de agosto, cuando se realice la audiencia de prisión preventiva, las pruebas son las que hablarán.
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