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Esta es la historia de Bonnie y Clyde: los criminales que fueron acribillados con más de 160 tiros en EE.UU.

Se han contado cientos de historias sobre la vida y hazañas criminales de Bonnie y Clyde, esta pareja de feroces delincuentes que sembró el terror en los Estados Unidos en la década de los 30′.

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Se han contado cientos de historias sobre la vida y hazañas criminales de Bonnie y Clyde, esta pareja de feroces delincuentes que sembró el terror en los Estados Unidos en la década de los 30'.
Han pasado 88 años desde su ajusticiamiento y hasta ahora se recuerda a este par de personajes casi inmortales, cuyas vidas fueron llevadas al cine y la literatura, con relatos donde hubo mucho amor, pero también sangre, plomo y muerte, detalla La Vanguardia.
La vez en la que la poeta y el ladrón se enamoraron
Era la víspera de Reyes en 1930 cuando Bonnie Elizaberth Parker, de 20 años, conoce a Clyde Chestnut Barrow, de 21. Inmediatamente el flechazo entre ambos iniciaría una historia bastante tormentosa.
La noche en la que se conocieron, Bonnie le cuenta de su pasión por la poesía y el canto, mientras que Clyde revela que intentaría dejar su carrera como ladrón y comenzar una nueva vida con un trabajo honrado.
Él ya había estado dos veces en la cárcel. La crisis económica que azotaba a sus padres y 7 siete hermanos le obligó a cometer robos a los 17 años. Junto a su hermano mayor, Marvin Ivan, apodado ‘Buck, intensificaron allanamientos, atracos, secuestros y, también, asesinatos en Texas.
Por su lado, Bonnie huyó de su hogar a los 16 años para casarse con Roy Thornton, su primer amor de la escuela. La joven no sabía que aquel apuesto muchacho se convertiría en su carcelero.
Vivió años de maltrato, hasta que Roy es detenido por asesinato y fue condenado a 5 años de prisión. Bonnie regresa con su madre, se divorcia y comienza a trabajar como camarera.
Los primeros meses en los que Bonnie y Clyde vivieron juntos, fueron honrados y trabajaron en el marco de la legalidad, sin embargo, el joven tuvo un delis y comete un robo, lo que derivó a que fuera encarcelado por tercera vez.
Estando tras las rejas, la mujer hace de todo para intentar ayudarlo a escapar, por lo que logra ingresar una pistola al recinto y huyen, pero al poco tiempo fue capturado y llevado a la cárcel de Eastham.
Aquello le desespera aún más. No solo por los trabajos que les obligaban a realizar, sino porque Clyde fue víctima de violaciones por parte de otro recluso sin que nadie hiciese nada por evitarlo.
El hombre tomó venganza y mató a su violador. Para no ser condenado por otro crimen, convenció a un recluso, que cumplía cadena perpetua, para que se autoinculpase. Fue así como se libró y dos años después, recibió la libertad condicional.
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La carrera delictiva
Ya en libertad, Bonnie y Clyde tenían claro que querían vivir como criminales, por lo que formaron una banda conformada por Buck y su mujer, Blanche, además de dos cómplices.
Sus atracos en conjunto iniciaron en 1932 hasta mayo de 1934, donde cometieron numerosos robos en gasolineras y tiendas, atracos a bancos. Asesinando a 9 personas, todos ellos agentes de la policía.
Texas, Oklahoma, Missouri, Louisiana, Arkansas, Kansas, Iowa e Illinois, son algunos de los estados que recorrieron durante aquel tiempo.
Debido a las leyes de cada estado, los asaltos perpetrados no tenían validez en uno distinto, por lo que la orden de captura no lograba extenderse. Hasta mayo de 1933, donde la banda robó un coche y cruzaron la frontera de varios estados. Los investigadores acababan de encontrar un cargo al que aferrarse.
Su vida de persecución no fue nada lujosa, ya que vivían escondidos, se bañaban en ríos, comían latas de conserva, y hacían turnos para dormir.
En enero 1934, tras matar a un agente de seguridad durante un atraco para liberar a un recluso de la cárcel de Eastham, el estado de Texas y el Gobierno Federal de los EE.UU. ponen al frente de la investigación al antiguo Ranger Frank A. Hamer.
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167 balazos
Bajo el mando de Hamer, un veterano del ejército norteamericano, el 13 de abril de 1934, el FBI logró una importante información: el viaje que harían el 21 de mayo a Luisiana para ver a los Methvin, padres de un miembro de la banda.
La madrugada del fatal 23 de mayo, dos días después de asistir a una fiesta, seis policías encabezados por Frank Hamer, se ocultaban tras los arbustos de la carretera secundaria de Bienville Parish.
El auto que conducía Clyde se detuvo a conversar con el padre de Methvin, mientras que Bonnie comía un sándwich en el asiento del copiloto. De improviso y sin advertencia previa, los agentes comienzan a disparar contra el vehículo.
Según los reportes, al menos 167 proyectiles entre escopetas, fusiles y pistolas fueron descargados contra el vehículo y la pareja. Bonnie y Clyde habían muerto sin la posibilidad de defenderse, ni tampoco de rendirse.
“Sobre el piso del Ford estaban la pistola con la que Bonnie había alcanzado a disparar, un mapa de carreteras de Louisiana, y el sándwich a medio comer. En el auto se encontraron, también, muchas municiones, algunos elementos de camping, el saxo de Clyde, y quinientos dólares. Había, también, algunas patentes de autos falsificadas de Texas, Louisiana y Arkansas”, explicó Ted Hinton, uno de los agentes que conformaban el operativo.
La escena del atraco terminó con cientos de personas que llegaron al auto a ver los cuerpos. Él portaba 51 impactos, mientras que ella 57.
Los familiares de ambos enterraron los cadáveres, pero no cumplieron con su deseo de yacer juntos. Bonnie se encuentra en el Crown Hill Memorial Park y Clyde en el Western Heights Cementery, ambos en la ciudad de Dallas.