El ejército israelí anunció el sábado que había asesinado a Hassan Nasrallah, el líder del movimiento islamista libanés Hezbolá, considerado por la Unión Europea como un grupo terrorista, en un bombardeo llevado a cabo la noche anterior en un suburbio del sur de Beirut. Este ataque marca un momento crítico en la tensa relación entre Israel y Hezbolá, que se ha intensificado en los últimos años.
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Según un portavoz del ejército israelí, Nadav Shoshani, la información sobre la muerte de Nasrallah fue confirmada a través de la red social X. “Hassan Nasrallah está muerto”, declaró. Su afirmación fue respaldada por otro vocero, David Avraham, quien aseguró a la AFP que el líder de Hezbolá había sido “eliminado”.
🔴 OFICIAL: Las FDI confirman que Hassan Nasrallah, líder de la organización terrorista Hezbolá y uno de sus fundadores, fue eliminado.
También fue eliminado Ali Karki, comandante del frente sur de Hezbolá, y otros comandantes de la organización terrorista.
Nasrallah ya no… pic.twitter.com/4awR9K7B6Q
— Israel en Español (@IsraelinSpanish) September 28, 2024
A pesar de estas afirmaciones, Hezbolá, archienemigo de Israel, no ha emitido un comunicado oficial sobre el deceso de su líder, más de 15 horas después del ataque. Sin embargo, una fuente cercana al grupo proiraní indicó que “se perdió el contacto” con Nasrallah desde el viernes por la noche, lo que ha generado especulaciones sobre su estado.
Hassan Nasrallah, de 64 años, ha sido una figura poderosa y venerada en Líbano, conocido por su retórica combativa contra Israel. Desde hace años, vive en la clandestinidad y raramente aparece en público, lo que ha aumentado su estatus casi mítico entre sus seguidores. El bombardeo israelí se produjo en un barrio densamente poblado, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la posibilidad de un alto número de víctimas civiles.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, enfatizó que el ataque no fue el final de sus acciones, advirtiendo: “No hemos agotado todos los medios de que disponemos. El mensaje es simple: sabremos alcanzar a cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel”.
La situación sigue siendo volátil, y el futuro de la región dependerá de la respuesta de Hezbolá y de cómo se desarrollen los acontecimientos en los próximos días. La muerte de Nasrallah podría tener repercusiones significativas no solo en Líbano, sino también en la dinámica del poder en toda la región.
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