No, pero Sí

La jornada del domingo dejó varias cosas claras. En primer lugar, un sacudón a los que en Lima vimos, de lejos e indiferentes, la figura de la revocatoria, tantas veces aplicada en otras jurisdicciones. El resultado fue complejo pero aleccionador: Ni para ella ni para el otro.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

25/08/2019 - 17:30

Mónica Delta,Opina.21mdelta@peru21.com

Es decir, decido dejar a Susana Villarán sin su ejército, pero la obligo a trabajar con sus iniciales adversarios. Por otro lado, descoloco a los revocadores por la turbiedad del manejo, pero reivindico a los millones que estaban verdaderamente disgustados con la ineficiencia en la gestión de la alcaldía. Lima le ha dado a Susana una segunda oportunidad, pero con condiciones.

Una vez más, y qué curioso, un personaje de izquierda ha sido rescatado de una segura derrota por la derecha liberal. Pasó con Humala, en 2011, cuando Vargas Llosa avaló la Hoja de Ruta que descartó la trasnochada Gran Transformación, y hoy Susana fue salvada por Lourdes Flores; por el patriarca del PPC, Luis Bedoya, y por los jóvenes regidores de ese partido, tantas veces tildado "de los ricos".

En el aspecto de oportunidades, hemos podido ver nuevos rostros que tendrán proyección política: Pablo Secada, Alberto Valenzuela y Marisa Glave, quien cambió su look de protesta para convertirse en personaje aguerrido pero sonriente y muy mediático. Aunque sea revocada, ya ganó un espacio. Bien por ella.

La votación y las maniobras de campaña dejaron en claro que Marco Tulio Gutiérrez fue por lana y salió trasquilado por su propia gente (Castañeda y aliados). Ello tras la revelación de los 'mudoaudios', que parecieran haber sido filtrados por el 'cogollo' del exalcalde, molestos por seguir como títeres del verdadero titiritero. Mulder, quien se comió el pleito del Apra, fue derrotado pero ganó presencia política, y el expresidente García, como en otras ocasiones cuando su apuesta ha sido equivocada, dirá para la tribuna: "Si te he visto, no me acuerdo".

Finalmente, ha quedado claro que la revocatoria debe ser reformada porque ha servido como instrumento para la revancha política.

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