Los peruanos nos sentimos orgullosos de tener una universidad de la talla de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, bien llamada Decana de América, cuya fundación data de 1551, a la que las dictaduras siempre han temido, por ser bastión del pensamiento crítico, discusiones y debates de todas las ideologías políticas.
Por esta razón, llama a indignación cómo el Comité Electoral Universitario 2024-2025 pone en riesgo la legitimidad del proceso eleccionario, a juzgar por las fundadas quejas de determinados movimientos que conformaron listas para la elección de decanos y representantes a los Consejos de Facultad y Asamblea Universitaria. Esto en el entendido de que las reglas de juego, su reglamento de elecciones, eran firmes y no podían sufrir cambios una vez iniciado el cronograma electoral, eso que conocemos como PREDICTIBILIDAD.
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Las críticas van en el sentido de que el citado comité ha admitido tachas curiosamente de los movimientos conformados por docentes de abierta oposición a la actual gestión rectora, tachas basadas en la observancia de requisitos que no existían en su reglamento, muchas de las cuales rayan con la arbitrariedad, en opinión de esta columnista, como el caso de una de sus docentes principales, abocada a la investigación científica que ejerció la presidencia del Concytec, a la que no se le permitió su inscripción por no ser su personero de su misma categoría, desnaturalizando el proceso electoral, siendo que las calidades para el cargo que se postula, son en razón del docente en sí, no del personero, que básicamente cumple la función de presentar la lista y los recursos que sean necesarios para lograr su cometido y participar como veedor en el acto eleccionario, pero este no es el candidato. Otras tachas, sin asidero, habrían procedido para los casos de los docentes Ruth Shady, Marcel Velásquez, Ricardo Cuenca, etcétera.
Los voceros de las agrupaciones que dejando de lado diferencias unieron fuerzas para conformar la lista de Concertación por San Marcos, para la saludable y democrática alternancia en los cargos de los Estamentos de la Decana de América, la que está integrada por Innovación Sanmarquina, Nuevo San Marcos, Acuerdo por San Marcos, Convergencia Sanmarquina, en un comunicado increpan al Comité Electoral la violación de su estatuto para impedir la inscripción de la lista de profesores opositora a la rectora Jerí Ramón, ignorando, señalan, la exigencia de la antigüedad en la categoría de docente y el acreditarse actividades de investigación en el RAIS, quejándose de haber sido tratados, “sin consideración y con violencia”, en el caso de quienes participaron de una protesta.
A todo esto, ¿dónde están la ONPE y Defensoría del Pueblo? ¿No se pronunciarán por estas presuntas irregularidades? ¿Qué hay detrás?