En estos días, la presidenta de la República y su equipo deben estar dándole las últimas pinceladas al que será su segundo Mensaje a la Nación. Aquí una breve lista de algunos temas que no se deberían omitir.
La creación de empleo formal debe ser una prioridad ineludible. Esto es incompatible con un incremento en el sueldo mínimo. Lo único que esto lograría es ampliar la brecha entre trabajadores formales e informales. En su lugar, los anuncios deben promover la inversión privada, el principal motor de generación de empleo formal y lucha contra la pobreza.
Los programas de capacitación y reentrenamiento laboral son esenciales para equipar a la fuerza laboral con las habilidades necesarias para los empleos del futuro. La colaboración entre el sector público y privado puede facilitar la formación de los trabajadores en áreas con alta demanda, como tecnología, manufactura avanzada y servicios. Además, se deben fortalecer las instituciones educativas y técnicas para asegurar que los jóvenes peruanos estén preparados para ingresar al mercado laboral con competencias relevantes.
Las medidas anteriores caerán en saco roto si es que no se revierte la rigidez del marco regulatorio laboral actual, que es un marco legal que ha fracasado rotundamente. Es urgente desregular la contratación laboral para fomentar una mayor flexibilidad en las relaciones laborales, que permita a las empresas adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado, sin comprometer los derechos fundamentales de los trabajadores.
La simplificación de los trámites para la contratación y despido, junto con la reducción de los costos no salariales, puede estimular a las micro y pequeñas empresas a formalizar a sus empleados.
Es necesario también impulsar una nueva ley de promoción agraria. Cuando la tuvimos, nuestro país se convirtió en un jugador de clase mundial en agroexportación, sector que generó miles de puestos de empleo formal, que se perdieron con la derogación de la misma.
No dejemos de lado que el emprendimiento es un motor clave para la creación de empleo en el Perú. Entre 2019 y 2023, la cantidad de mypes contribuyentes aumentó a 3’285,950 (+738,101 empresas), mientras que las empresas registradas en otros regímenes tributarios disminuyeron a 186,472 (-15,097 empresas). Es necesario hacer más fácil el proceso de formalización de las micro y pequeñas empresas, y más aún, acompañarlas en ese camino emprendedor para que continúen siendo formales, crezcan y generen mayores puestos de empleo.
La colaboración estrecha entre el sector público y privado es vital para la implementación exitosa de estas reformas. Es esencial que el Gobierno escuche y trabaje para asegurar que las medidas adoptadas sean prácticas y beneficien a la mayoría.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.
VIDEO RECOMENDADO
