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El 31 de octubre en el Perú será siempre la fecha en que se enfrentan dos fiestas de gran arraigo popular. Una de ellas muy peruana, de enjundiosa tradición musical, y la otra, su némesis, proveniente de la cultura de masas que difunden principalmente el cine y la televisión estadounidenses. Nos referimos, por supuesto, al Día de la Canción Criolla y Halloween, que se honran apenas comenzada la noche.
Es cierto que el criollismo ha cedido abundante terreno a la modernidad globalizada que ofrecen las vistosas celebraciones de una noche de brujas que, año a año, se extiende por todo el planeta, pero entre ambas festividades logran convertir no pocas zonas de Lima en un hervidero de disfraces, niños recorriendo calles y repiqueteo de pisos y palmas al son de sendos valses de la guardia vieja o nueva.
Y de la guardia precisamente conviene hablar, pues es imperativo que, en términos de protocolos sanitarios, en ningún momento la bajemos, sino todo lo contrario, solo manteniendo la guardia en alto, especialmente durante fechas como esta, es que podremos hacer retroceder al patógeno, que justo por estos días está registrando un fuerte resurgimiento en distintos países, más allá de los cuidados y estrategias que cada uno de ellos asumió para combatirlo.
Muy oportuno entonces el llamado de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, para que se eviten las reuniones sociales o que las familias salgan a las calles con sus niños disfrazados a pedir dulces, y que más bien se limiten a las modalidades virtuales de celebración colectiva a través de las plataformas digitales. Y lo mismo para el feriado de Todos los Santos, del 1 de noviembre, ya que es posible honrar a los difuntos también desde casa y así evitar innecesarias aglomeraciones en los cementerios.
La responsabilidad es principalmente de las autoridades, que deben controlar cualquier asomo de festejo colectivo, sea público o clandestino, pues nunca faltan inconscientes en este mundo, pero esta también recae en la ciudadanía, de cuya informada madurez depende el daño que el COVID-19 pueda seguir causando en el país.
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