Hace poco, en una entrevista, el periodista Derek Thompson se imaginaba en voz alta la publicidad de una nueva pastilla en el mercado que podría tener efectos secundarios como lesiones o respirar agitadamente, pero con una larguísima lista de beneficios: “Si consumes esta nueva droga reduces en 60% la probabilidad de tener enfermedades cardiovasculares, 50% menos chances de tener diabetes, 70% menos riesgo de fracturarte la cadera, reducción del 50% de probabilidad de generar cáncer de colon, 25% menos riesgo de tener cáncer al seno o depresión. En poco tiempo, la pastilla mejorará tus índices de sueño, expectativa de vida, estructura ósea y salud mental”.
Además de ser un comercial demasiado largo, desafiaría la credulidad del público, pues sonaría casi a estafa, a “agua arracimada”. Sin embargo, la revista científica Nature ha publicado el más reciente y avanzado estudio sobre los efectos moleculares del deporte en los cuerpos y esos son solo algunos de los resultados. Uno de los autores, Euan Ashley, resume los hallazgos de la investigación de la siguiente manera: el ejercicio podría ser la intervención médica más potente jamás conocida.
Cada tejido, órgano, muestra de sangre fueron transformados por la actividad física regular y aunque todavía no se entiende exactamente por qué funciona tan bien, la realidad es que el deporte opera como una droga milagrosa, tanto física como mentalmente. No es necesario entender la respuesta exacta de nuestros cuerpos y cerebros ante el ejercicio para comprender que es una de las decisiones de mayor impacto en nuestra salud que podemos tomar.
El ser humano, aunque inserto en un entorno digital, sigue siendo biológicamente el mismo que recorría largas distancias en búsqueda de alimento. Hemos evolucionado en todos los ámbitos, pero nuestro cuerpo sigue demandando movimiento. La actividad física no debería ser un lujo o una simple afición, sino una necesidad urgente para la salud integral.
En una sociedad que nos empuja, cada vez más, hacia la inactividad, generar el hábito del deporte puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.