Francisco Cairo: Chale el breve

"Me querían pagar lo mismo que gano en El Bocón y en Teledeportes", contó Roberto Chale a sus allegados. Ya no tenía el gesto risueño de ayer por la mañana, cuando dirigió su primer y único entrenamiento con el equipo crema. En solo 48 horas pasó del sueño a la pesadilla. "Soy como el fenómeno de El Niño, que viene cada 15 años", dijo el miércoles mientras celebraba, a su estilo, su increíble designación. Ahora vuelve a ser un técnico en retiro.

Su segunda etapa con el buzo de la 'U' me recuerda las 36 horas de 'Popy el Breve' como canciller de Toledo. Pero esta historia, aunque lo parezca, no es un chiste. Que un club grande presente un técnico y lo haga viajar con el plantel sin haber arreglado su sueldo es de una informalidad suprema.

Una raya más al tigre para una administración que ya había hecho el ridículo al desempolvar a un entrenador que no dirigía en primera desde hacía diez años. La capacidad de gestión del grupo encabezado por Raúl Leguía es tan pobre que ni siquiera pudieron asegurar al técnico que estaba más a la mano. ¿O es que decidieron romper con Chale para no quedar mal con la Sunat, el organismo al que la 'U' debe 154 millones de soles? El mismo 'Niño Terrible' ha confiado a su entorno que Leguía le hizo saber que el ente tributario no veía con buenos ojos su nombramiento. ¿Puede la Sunat tener vela en este entierro? No debería, pero su condición de principal acreedor le da un gran poder de decisión en la elección de los administradores. Y eso también significa influencia. Sin ir muy lejos, en Alianza aprobó dos planes de reestructuración sin contemplar la propuesta de un grupo de socios que ofrecía pagar parte de la deuda e invertir dinero fresco en el club, algo que escasea en Matute. Lo llamativo en el caso de la 'U' es que lo ocurrido con Chale coincide con la convocatoria a junta de acreedores para el martes 22. La agenda solo tiene un punto: designación del administrador. Raúl Leguía tiene las horas contadas.