El Gobierno acaba de aprobar una ley para gravar con el IGV todos los servicios de “streaming” (Netflix o Spotify) y plataformas digitales por lo que, a partir de octubre, los que tenemos acceso a ellos, vamos a incrementar ese gasto en un 18%.
¿Por qué el Gobierno busca más impuestos perjudicando la economía de las personas? Para cubrir el déficit fiscal que este mismo genera. ¿Qué es déficit fiscal? Gastar más de lo que ingresa. Entonces, como el Gobierno es un irresponsable que gasta sin control; en vez de ajustarse opta por meterle la mano al bolsillo del ciudadano.
Casi todos los ministros de Economía recurren o han recurrido a este simplismo. Son tan malos haciendo su trabajo (controlar el gasto corriente y privilegiar el no corriente) que recurren a la opción fácil, abusiva y mediocre.
El Estado, de cada S/100 que nos esquilma, destina 70 a burocracia, servicios, vehículos, cafecito o galletitas, y solo destina 30 a obra pública; así de mediocres, así de patéticos, así de sinvergüenzas. No es su plata, es la nuestra.
Mejor explíquennos, ¿por qué gastan más de lo que ingresa? ¿Por qué siguen creando más burocracia? ¿Por qué no limitan el gasto corriente y se ajustan ustedes?
El problema con el IGV es que es un impuesto ciego que se aplica a todo y a todos, y que pese a ser 18% del total se asolapa en los precios de lista. Ya es hora de que los contribuyentes sepamos cuánto de lo que consumimos es IGV y cuánto cuesta en realidad el producto o servicio.
Desagreguemos de los precios el IGV. ¿Por qué ocultarlo en el valor final? Que la gente sepa que de cada S/100 que gasta para vivir, el Gobierno le arrebata S/18 a cambio de poco o nada. Ello evidenciaría la trapacería que es meterle un grosero sobrecosto de 18% a todo lo que consumimos.
Paguemos impuestos sí, pero transparentemente, con tasas justas y entendiendo el porqué; de lo contrario es un robo.
