En mi defensa

Martín Belaunde Lossio tiene un punto de defensa. Tirios y troyanos hoy lo acusan. No le queda quien lo defienda públicamente, salvo su abogado, quien sostiene que hay una persecución política. Sin embargo, sigue libre y coleando mientras en Bolivia deciden si le dan o no el refugio que solicitó cuando supo que la figura de la colaboración eficaz les había fallado a sus protectores de entonces. Lo interesante es que Belaunde Lossio no ha estado callado. Ha utilizado la altanería y la audacia a través de su cuenta en Twitter para seguir provocando. Conoce bien a sus poderosos (ex) amigos en Palacio de Gobierno y también maneja el enfrentamiento con opositores y periodistas.

¿Es esta supuesta persecución en la que podría reposar un buen argumento para salir librado de la cárcel? Puede que sí, aunque, a estas alturas, a su ex asesorado Ollanta Humala lo que le conviene, en año preelectoral, es que el osado ex asesor regrese al Perú con las manos esposadas. No hay otra y así parece haberlo entendido el presidente, quien ha cambiado su actitud de defensa y se ha puesto en la de ataque. En este momento no imagino un objetivo distinto de la pareja presidencial cuando el agua la tienen en la nariz. El polémico Evo Morales, aunque no es de confiar, no quiere tener esa papa caliente por mucho tiempo. Debe resolverlo esta semana. ¿Qué estará negociando con su homólogo peruano? Difícil saberlo, aunque, cuando no hay respuestas claras, sobra espacio para la especulación.

Una vez más es conveniente recordarle a nuestro presidente que la discusión se eleva cuando se lidera, cuando se actúa con transparencia, cuando se predica con el ejemplo, cuando se responde con espontaneidad y sin cálculo, cuando sus ministros mantienen la cordura, incluso en los debates que han descendido a nivel de alcantarilla. Los peruanos queremos que se eleve el nivel del debate. Esperemos que el señor Belaunde Lossio sea puesto a disposición de la justicia al término de la distancia y diga la verdad, también, sobre los que tienen corona.