Inés García Belaunde: El gen de la maldad, reseña de ‘Dahmer’

Monster ha llegado con grandes expectativas, ya que la historia de Dahmer ha sido retratada por los medios más de una vez. Jeffrey Dahmer fue una figura tan controversial en la historia moderna norteamericana y siempre hubo temor de que, al retratar su biografía, se pueda llegar a idealizar su figura. Al haber asesinado brutalmente a cerca de 17 hombres entre 1978 y 1991, llegó a posicionarse como el “rostro” del asesino en serie en la memoria colectiva de la gente (junto a Ted Bundy). La serie sobrellevó así la difícil labor de narrar la vida de este asesino de forma responsable. Los directores siempre estuvieron conscientes de que debían evitar caer en la morbosidad o en una inconsciente “admiración”.

Es así como Monster llega a ilustrar el horror de los asesinatos sin caer en la morbosidad excesiva. Da pie a la sugerencia e imaginación en lugar de retratar en exceso las muertes. Evan Peters, como Dahmer, llega a representar su frialdad de una manera precisa. Asusta incluso en las escenas en las que aparenta poseer relativa calma, pues nunca sabremos qué lo hará estallar ni quién será su próxima víctima.

Lo que destaca en la serie no es solo la representación de la vida de Dahmer, sino también a las víctimas, jóvenes con aspiraciones y talentos que terminaron con sus vidas arrebatadas. Al humanizar y contar sus historias, junto con las de sus familias, llegamos a comprender que, al enfocar nuestra atención en el asesino, podríamos erróneamente minimizar sus muertes.

La serie también concluye en que la gran razón por la que Dahmer evadió la justicia por tanto tiempo fue el desdén de la ley al atender a minorías raciales, ya que gran número de sus víctimas fueron hombres afroamericanos.

Espeluznante y trágica, sirve para reflexionar.