Mientras tanto, en Cotabambas

Mientras el presidente y la lideresa de oposición están distraídos en una discusión sin sentido, miembros de la comunidad de Fuerabamba en Cotabambas acatan un paro desde hace 10 días. Como parte de las medidas de fuerza para ser escuchados, decidieron cavar una zanja en el corredor minero que conduce a la mina Las Bambas y demandan la formación de una mesa de diálogo para renegociar el precio de venta de sus terrenos. Terrenos que ya vendieron. Piden además una indemnización de S/1,500 millones, anular sus acuerdos con la minera y un nuevo estudio de impacto ambiental (EIA).

Las Bambas se convertiría en el yacimiento de cobre más grande del Perú y se prevé que será uno de los cinco más grandes del mundo. Representa una inversión de US$10,000 millones y como parte de su estrategia de desarrollo social se creó un fideicomiso de US$64.5 millones que han sido invertidos en proyectos priorizados de saneamiento básico, educación, salud y desarrollo agropecuario. Las Bambas, además, ha contribuido con el desarrollo económico de la región, siendo Apurímac una de las regiones que mayor reducción de pobreza ha demostrado, pasando de 72% en 2009 a 35.9% en 2017. El desarrollo de la inversión minera genera mayores puestos de trabajo en el sector formal, de manera directa e indirecta. De acuerdo con el Índice de Competitividad Regional-INCORE 2018, Apurímac ha subido seis puestos en el ranking laboral debido al aumento del empleo formal y a la reducción de la brecha de género en los ingresos laborales.

La minería representa el 11% del PBI, el 50% de divisas y el 20% de recaudación tributaria. Genera US$20 mil millones en divisas anuales, mientras que la agricultura genera US$5 mil millones. De cada US$1,000 millones de exportación minera, se generan alrededor de US$1,470 millones de PBI adicional.

El impacto del sector minero en la economía es importante. Pero uno de los principales problemas para su desarrollo es la conflictividad social. El fin de semana pasado, como parte de la campaña electoral, hubo dos manifestaciones políticas en la ciudad de Tambobamba, capital de Cotabambas, una del Frente Amplio y la otra de Democracia Directa. Ambos partidos de izquierda con líderes abiertamente antimineros.

La conflictividad social eleva los costos de transacción de los proyectos mineros, limitando el desarrollo social y económico de las regiones y del país. Y mientras Martín y Keiko siguen peleando en el patio del colegio, no existe presencia alguna de sus partidos políticos en Cotabambas.