[OPINIÓN] Anthony Laub: “La izquierda siempre en lo suyo”

El 12 de septiembre apresamos al genocida izquierdista y comunista de Abimael, el sanguinario que desangró al Perú usando los métodos más abyectos de nuestra historia. Abimael y sus huestes no solo dinamitaron personas, animales, edificios, torres o carros, sino que, sobre todo, quisieron dinamitar nuestra democracia.

Esa fecha que todos deberíamos celebrar, nuestra “izquierda democrática” prefirió invisibilizarla. No hubo un comentario de la Vero, de Sigrid o de Mirti. Nada. Ellas prefirieron desgañitarse recordando una fecha ajena como fue el aniversario del golpe de Estado en Chile. La Vero, incluso, salió orgullosísima de haber participado en la lectura del último discurso del expresidente chileno Allende. ¿Pero dijo algo sobre la captura de Abimael? No.

El Congreso aprueba una ley que regula “el uso adecuado del lenguaje inclusivo en los textos escolares, a fin de eliminar el desdoblamiento innecesario en referencia a mujeres y hombres”, y la izquierda salió a tildarla de absurda e innecesaria, y no dudó en adjetivar, coloridamente, a cuanto incauto osó opinar positivamente sobre la misma mientras, callaba, groseramente, ante la escandalosa situación de la estatal Petroperú, del nuevo pedido de salvataje por US$3,200 millones y de la pretendida asignación sin concurso de lotes petroleros a favor de aquella. ¿Imaginan si hubiera sido un privado?

Y, ante la constitucional investigación del Congreso a la JNJ, desempolvaron todo el arsenal y organizaron una marcha, dizque en defensa de la democracia, pero, cuando hubo que hacer lo propio cuando su socio Castillo demolía, sin piedad ni fundamento, a cuanta institución se le ponía al frente allí, optaron por cantar con los grillos: cri, cri, cri.

Como siempre, la izquierda peruana en lo suyo: cerrando los ojos cuando los asesinos o corruptos son suyos, ensalzando a sus “héroes de barro” y protegiendo su negocio político.