[Opinión] Mauricio Aguirre: “El 2026″

Las investigaciones fiscales avanzan, aparecen nuevas evidencias y personajes en un entramado de corrupción que cada vez sale más a flote. Aunque hasta ahora, más allá de dichos, no ha aparecido una evidencia directa contra el presidente Pedro Castillo, el círculo se va estrechando cada vez más. Sus intentos por impedir las investigaciones son quizá hasta ahora las mayores sospechas en su contra.

Quiso imponer a Beder Camacho como viceministro del Interior, trató de impedir la formación del equipo especial dirigido por el coronel Harvey Colchado, presiona para que destituyan al mismo oficial, y hace unos días cambió sorpresivamente a todo el alto mando policial. El presidente de la República no busca defenderse de las acusaciones, utiliza su poder para impedir ser investigado.

La Fiscalía está haciendo su trabajo, y hoy parece que esa es la única piedra en el zapato de Castillo. A pesar de la crisis en la que estamos, y no necesariamente gracias a sus aciertos, el presidente está políticamente tranquilo.

En medio de lo que es casi un consenso, esta es una de las peores crisis de los últimos años, no hay protestas masivas en las calles pidiendo la renuncia del presidente, Castillo ha logrado estabilizar su nivel de aprobación alrededor del 25% –bajito pero constante–, la posibilidad de una vacancia presidencial parece ya un lejano recuerdo, y forzar una acusación constitucional por traición a la patria aparece casi como ridículo. Encima, la oposición que debería tomar la posta en un eventual cambio presidencial está más desprestigiada que el propio mandatario. Además, esa misma oposición ya demostró que su principal objetivo es seguir calentando el asiento los cuatro años de mandato congresal que le quedan.

Salvo una evidencia de corrupción sólida, es casi seguro que volveremos a votar en 2026.