El que la hace la paga

1).- Las marchas de ayer en Lima y principales ciudades del país convocaron a trabajadores de la CGTP y otros gremios, a jóvenes y mujeres comprometidos con la defensa de los DD.HH., también familias enteras que exigían la renuncia o vacancia de PPK por mentiroso y enlodado por las dudas de su indirecta relación con Odebrecht.

Fue multitudinaria y completamente pacífica. Los partidos de izquierda constituían una muy clara minoría. Éxito del Comando Nacional de Lucha de la CGTP.

Las consignas “PPK no es un cuy, es una rata” e “Indulto es un insulto” fueron las más frecuentes. Los apagones de luces, para meter miedo y entorpecer la marcha, fueron una clara provocación, eso sí, con oscuros intereses. ¡Ojo! Las descubiertas conexiones entre PPK y el nuevo ministro de Defensa son ají picante.

2).- El título, antiguo dicho y sentencia, para prevenir sanciones y castigo a quienes habiendo actuado incorrectamente creen que con el tiempo su falta va a pasar piola o se olvidarán de ella. Esto último explica la arremetida del presidente Kuczynski contra la “clase política” en su discurso en Piura.

“Déjenos trabajar”, “basta de discusión y enfrentamientos”, “lo que quiere la gente es trabajo”, fueron las frases y tono empleados para invocar que ya “se voltee la página”. Coincidiendo con los que sostienen que ya pasó el terremoto y que lo que estamos viviendo son sus secuelas y temblores, que con el tiempo cada vez serán más débiles. Equivocado análisis. La trascendencia de la venida del papa Francisco no podrá ser utilizada para borrar lo sucedido con el tramposo indulto. El presidente Kuczynski es el responsable de la grave crisis política que nos metió a todos, precisamente, por el “toma y daca” tan común de lo peor de la clase política. La sesión del dos de febrero de la CIDH, rápidamente concedida, es un reto difícil de ningunear y menos esquivar.