En el marco de lo mejor de la fiesta gastronómica del Perú, en la que se entregaron los Premios SUMMUM 2024, se lanzó una buena idea: que regrese Mistura, la feria que marcó un hito en la escena gastronómica de América Latina y del mundo.
Durante una de las mesas redondas desarrolladas el día de la premiación, Cecilia Valenzuela, directora de Perú21, propuso el regreso de Mistura como una iniciativa itinerante que pueda trasladarse a distintas ciudades del mundo y se instale como una feria que promueva los productos del Perú. “Mistura fue una gran ventana que exhibió nuestra gastronomía en todo el mundo”, recordó a su turno Hirka Roca Rey, presidenta de la Academia Peruana de Gastronomía para Iberoamérica.
Como se recordará fue el padre de esta última, Bernardo Roca Rey, un visionario de la cocina nacional, quien junto a Mariano Valderrama –homenajeado también en el último SUMMUM– impulsó la organización de este evento en 2009, a través de la Sociedad Peruana de Gastronomía (APEGA). Una feria donde se exponía y celebraba lo mejor de nuestra culinaria, biodiversidad y despensa agropecuaria, cuya acogida anual rompía récords de asistencia hasta el último año en que se realizó, 2017.
Un verdadero fenómeno de multitudes que debería, en efecto, retornar, pero reconvertido en una feria itinerante que pueda desarrollarse en distintas capitales regionales de nuestro país y, por qué no, en el extranjero. La cocina peruana cuenta con un acervo cultural tan sólido como el prestigio de los chefs, los productos y los platos que han conquistado el planeta a través de marcas, eventos y reconocimientos internacionales.
No olvidemos que, en la última edición de Mistura, la décima, en 2017, participaron incluso delegaciones de otros países, muy aparte de la visita habitual de afamados chefs provenientes de distintas culturas culinarias.
Una fiesta de todas las sangres, como diría un peruanista como José María Arguedas, un punto de encuentro para los compatriotas de distintas latitudes, unidos por una tradición única en el mundo. Mistura, por otra parte, apuntaba a construir una comunidad alrededor de la gastronomía sin dejar a nadie atrás. “Nunca dejaron fuera a los productores en esta fiesta magnífica que fue Mistura, lo que permitió que restauranteros y hoteleros los conocieran, generando una cadena de valor que es fundamental para salir adelante”, señaló nuestra directora.
La idea debería ser recogida y promovida tanto por el sector privado como por las instituciones públicas. Los peruanos, hoy más que nunca, necesitamos celebrarnos como nación, y qué mejor que hacerlo con nuestros maravillosos productos y potajes.
