¿Quiere usted cambiar el modelo económico?

Ipsos incluyó en su última encuesta una pregunta referida a la modificación del régimen económico. Pregunta de interés ya que es uno de los aspectos que más nítidamente diferencia a los candidatos. Recogiendo los resultados, La República tituló en portada: “86% quiere cambios en el modelo económico”. Sin embargo, el titular también podría haber sido: “68% no aprueba cambios radicales al modelo económico” y seguiría siendo correcto. La clave está en la graduación de las respuestas respecto al nivel de cambio. Y es que 54% pide cambios, sí, pero que sean moderados. ¿Qué implica esta respuesta ciudadana?

Un aspecto característico de nuestra Constitución es consagrar expresamente a la economía social de mercado como régimen económico. Una opción jurídico-política que tiene dos principios claves: subsidiariedad y solidaridad. Se busca que el motor sea la libre iniciativa privada, pero que el Estado entre a asegurar un nivel satisfactorio de bienestar. La C93 originalmente enfatizó más lo primero y se adoptó una interpretación muy poco flexible. A comienzos de los 2000, el TC en su rol de intérprete “rescató” a la solidaridad. Un esfuerzo que hoy aparece como insuficiente.

Si bien faltan datos, una interpretación posible del sondeo es que la mayoría descartaría alternativas como pasar a una economía de planificación centralizada donde las decisiones principales las tome un burócrata o consagrar un Estado empresario ilimitado o que exista intervención política en el BCR. Más bien, pareciera que se apunta a recalibrar ambos principios y su ejecución dada la desigualdad inaceptable exhibida por la emergencia y los cuestionamientos que una intervención estatal razonable suscitaron. Ello y, sin duda, el fenómeno de la corrupción –que sigue siendo identificado como problema principal pese a haber superado los 100 mil muertos– explicarían la búsqueda de cambios.

La publicación reciente de trabajos sobre la materia de Alberto Cruces (Palestra), Baldo Kresalja y César Ochoa (PUCP) es muy oportuna y proporciona elementos valiosos para la discusión. Hoy las posiciones que buscan mantener las cosas como están se han vuelto marginales (11%).