Un millón de votos

Como sabemos, en las dos últimas elecciones generales, el Perú eligió a su presidente por una mínima diferencia. En 2016 por 41 mil votos y en 2021 por 44 mil. En 2026 podría ocurrir lo mismo. Un electorado que podría inclinar la balanza son los peruanos residentes en el exterior.

Según datos de la Superintendencia Nacional de Migraciones, entre 1990 y 2021 emigraron 3.3 millones de peruanos y, a partir de la elección de Pedro Castillo, el ritmo se aceleró. Si bien no se han revelado cifras recientes, se estima que en 2022 y 2023 habrían emigrado 800 mil peruanos. A ese ritmo, la cifra de peruanos en el exterior en 2026 bordearía los 5 millones.

Una constante entre los emigrantes es que 80% son mayores de 18 años, así que podría haber para entonces 4 millones de electores peruanos en el exterior. Un objetivo razonable sería aspirar a que la mitad de ellos registren su DNI en su país de residencia y que la mitad de los registrados acuda a votar. Si así fuese, el país tendría un millón de votos en el exterior en las próximas elecciones generales.

Sería un cambio significativo. En 2021, 997 mil peruanos tenían registrado su DNI en el extranjero, pero de ellos solo se desplazaron a los centros de votación organizados por los consulados 364 mil. Aun así, el resultado fue importante: En la segunda vuelta Keiko Fujimori recibió 221 mil votos (66%), y Pedro Castillo 113 mil (34%), una diferencia de 108 mil votos.

¿Qué habría pasado si 20% más de residentes en el exterior hubieran actualizado su DNI y si la participación electoral hubiese sido 50% en lugar de 36%? Asumiendo la misma distribución porcentual, Fujimori habría recibido 363 mil votos y Castillo 185 mil. Es decir, la diferencia de votos se habría incrementado en 70 mil, con lo que Fujimori habría sido elegida presidenta de la República con 25 mil votos de diferencia.

La preferencia por Fujimori sobre Castillo en el exterior no fue una sorpresa. El perfil de los peruanos emigrantes es similar a los de la población de los niveles socioeconómicos A, B y C de las principales ciudades del país –donde ganó la candidata de Fuerza Popular en la segunda vuelta–, y la mitad cuenta con estudios universitarios o de posgrado. Además, más de 90% reside en Estados Unidos, Canadá, España, Italia, Francia, Alemania, Suiza, Argentina, Brasil, Chile y Japón. Casi nadie emigró en los últimos años a Cuba o Venezuela, los países que inspiraban al partido de Vladimir Cerrón, quien llevó a Castillo de candidato.

¿Qué se puede hacer para que en 2026 haya un millón de votantes en el exterior en lugar de 364 mil, como hubo en 2021? El reto es doble. De un lado, la Cancillería, el Reniec y los propios partidos deben desarrollar campañas para que los electores actualicen su lugar de residencia para poder ejercer su voto. Del otro, la ONPE debe proponer un sistema para incrementar la participación electoral en el extranjero.

En otros países existe el voto por correo y el voto electrónico. En varios países se puede votar en la página web del organismo electoral correspondiente, por ejemplo. La ONPE ya ha probado con éxito el voto electrónico en el Perú. Hoy existe la tecnología para votar electrónicamente desde cualquier dispositivo en cualquier parte del mundo. Es cuestión de tomar la decisión y organizarlo. El Congreso y la ONPE tienen la palabra. No hay mucho tiempo, el padrón electoral se cierra el 12 de abril de 2025, dentro de nueve meses. Un millón de votos están en juego.