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Reubican a médicos cubanos que se negaban a cumplir contratos
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La noche del 3 de junio arribó un avión de la FAP con 85 médicos y enfermeros cubanos. La brigada llegó por un convenio suscrito entre nuestro gobierno y el país del Caribe con la finalidad de contratar a personal de salud para que trabaje atendiendo a los pacientes infectados con coronavirus. Pero se han presentado problemas con estos profesionales y algunos hasta fueron reubicados porque se negaban a ir a sus puestos de trabajo.
En esta pandemia, los especialistas claves son los médicos intensivistas. Ellos están capacitados para hacerse cargo de los pacientes de mayor gravedad que ingresan a las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Debido al alto nivel de contagios que ha superado los 299 mil casos, el requerimiento de este tipo de expertos se ha multiplicado. No obstante, del total de cubanos contratados solamente cuatro son médicos intensivistas y 15, enfermeros intensivistas.
La cantidad de neumólogos es aún menor, solo llegaron dos; hay cuatro médicos epidemiólogos; cuatro especialistas en medicina interna; cuatro pediatras; tres anestesistas; y 28 médicos generales.
Los otros profesionales extranjeros son enfermeros generales.
PROBLEMAS EN REGIONES
Los miembros de la brigada fueron enviados hacia las regiones de Áncash, Ayacucho, Arequipa y Moquegua, pero su desempeño no ha sido el esperado.
El director del Hospital Regional de Chimbote, Leandro Pérez, presentó un oficio en el que advertía que los médicos extranjeros abandonaron sus puestos de trabajo después de cuatro días de haber empezado a laborar.
De acuerdo a lo informado en el documento, los profesionales cubanos no estaban dispuestos a cumplir con turnos de 12 horas y se negaban a trabajar si no les cambiaban de equipos de protección personal (EPP) cada seis horas.
El titular de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Áncash, Luis Alberto Huamaní, intentó minimizar el asunto, pero reconoció que tuvieron que cambiar de hospital a los miembros de la brigada debido a los problemas ocurridos.
“Hubo algunas dificultades en el Hospital de Chimbote, pero se han superado reubicando al personal en el Hospital La Caleta, donde también se necesitan. Hay otra parte que está haciendo trabajo de campo”, precisó a Perú21.
Según Huamaní, las dificultades surgieron por una mala comunicación entre el personal cubano y los peruanos. El jefe de la Diresa aseguró que en el centro de salud adonde han sido trasladados no se ha reportado ningún percance.
Al sur del Perú, en Moquegua, enviaron 11 médicos; de ellos, ninguno es intensivista. Además, mandaron cinco enfermeros.
El consejero regional moqueguano Luis Caya Salazar protestó por la falta de personal especializado en la atención de una emergencia sanitaria como la que atravesamos.
Fuentes de la Diresa de Moquegua comentaron a este diario que el trabajo que realizan los cubanos es básicamente visitar casa por casa para identificar a los pacientes que tengan síntomas de coronavirus. Asimismo, se ocupan de brindar charlas educativas para la prevención del contagio.
ALERTA DE MALTRATO
El régimen comunista de Cuba cuenta con misiones médicas, que consisten en el envío de profesionales de salud a los países que se lo soliciten.
A inicios de este año, dos relatorías encargadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicaron un informe sobre las condiciones de trabajo de los médicos cubanos y concluyeron que se podrían elevar a un trabajo forzoso.
“Quisiéramos expresar nuestra preocupación por las condiciones de trabajo y de vida que estarían afectando a los médicos cubanos enviados al exterior para prestar sus servicios. Muchos estarían expuestos a condiciones de trabajo y de vida explotadoras, pagos salariales inadecuados”, dice la ONU.
A pesar de que no se conocen exactamente los términos del contrato entre Perú y Cuba, se sabe que en este tipo de misiones el régimen se queda con un porcentaje del salario de los profesionales que son destinados a los fondos del Partido Comunista.
En este caso, el Minsa pagará contraprestaciones por US$2,000 mensuales a los 85 profesionales de la salud cubanos. Dicho estipendio, asegura el Ejecutivo, será depositado a los profesionales de la salud en una cuenta de ahorros individual. El Minsa debe cubrir los gastos de manutención del personal, costos de seguro de vida y de salud, además de los gastos de traslado desde Cuba.
TENGA EN CUENTA
- El general PNP José Baella consideró que es positivo tener ayuda profesional para la lucha contra el COVID-19. No obstante, consideró necesario que los órganos de inteligencia estén atentos ante cualquier tipo de trabajo político relacionado al régimen comunista de Cuba.
- El general EP Leonardo Longa opinó que el Perú se encuentra en un nivel de incertidumbre respecto a la presencia de los médicos cubanos porque falta información. “El riesgo es que haya una inmigración profesionalizada que pretenda crear el caos en el Perú”, dijo.
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