Marco Miyashiro Arashiro: “Una verdadera hazaña policial”

El general PNP (r) Marco Miyashiro es un héroe de la democracia. Lideró, desde la unidad de élite del GEIN (Grupo Especial de Inteligencia), los operativos que concluyeron con la captura del cabecilla terrorista de Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán. Tras 25 años, recuerda con precisión detalles de la hazaña que significó el inicio de la pacificación en el Perú.

¿Cuál es su recuerdo principal del 12 de setiembre de 1992, cuando se captura a Abimael Guzmán en Surquillo?
Por mi cabeza se cruzó una idea: “Esta será la noticia de primera plana”, pero me equivoqué totalmente, porque fue noticia de todo el mes.

Una gran satisfacción...
Sí, porque, después, cuando elaborábamos el atestado policial, nos dimos cuenta de que el golpe no fue solo a la máxima cúpula de SL, sino también a la presidencia, Abimael Guzmán, y al Consejo Consultivo, desde donde se dirigía a los dirigentes del Comité Nacional Norte, Comité Regional Centro, Comité Regional Metropolitano, Comité Regional Principal, Comité Regional Sur y Comité Regional Alto Huallaga. Ellos no tenían ningún reparo para cometer atentados. ‘Mientras más atentados, mejor’, decían, y daban carta libre, luz verde, a todo tipo de atentado.

¿Recién allí se dieron cuenta de la magnitud del operativo?
Habíamos descabezado a los que verdaderamente se encargaban de cometer los atentados. También habíamos descabezado al comité consultivo del frente, y el frente es el que agrupaba a la población que ellos logran involucrar. Por lo tanto, era un golpe fenomenal, una verdadera hazaña policial.

¿Producto de qué fue la captura de Guzmán?
De una serie de 12 operaciones. La primera fue la operación Isa, el 1 de junio de 1990. Ahí se formula que el método de trabajo era el correcto. Antes había una metodología reactiva, se esperaba que se cometiera un atentado y el personal policial concurría de inmediato e intentaba capturar a los sospechosos. Después de estas detenciones, recién se comenzaba a investigar.

Cambiar esa metodología fue fundamental para lograr los históricos resultados.
Con el GEIN se cambia la metodología y se vuelve proactiva. Consistía en que, una vez detectado un sospechoso, no se le detenía; se le observaba, vigilaba y seguía. A eso se llamó OVISE (Observación, vigilancia y seguimiento). A través de ello, los agentes del GEIN recopilaban lo que podía servir como elemento probatorio. Esa parte del OVISE era secreta. Cuando había convicción de que los sospechosos eran terroristas, se pasaba a una fase intermedia, en la que se llama al Ministerio Público y se le expone el caso. También se acopian los elementos criminalísticos y la parte logística. La tercera etapa ya es abierta. Se siguen los procedimientos policiales.

Las técnicas de camuflaje de las que se sirvieron los miembros del GEIN son recordadas con proeza. ¿Qué métodos usaban para el OVISE?
Teníamos que recurrir a una serie de artilugios. Una técnica que se utiliza en la inteligencia era el camuflaje. El agente se tiene que mimetizar de tal manera que puedas observar sin ser visto. Para ello teníamos cambistas de dólares, guachimanes, heladeros y, para la casa de Abimael Guzmán, también a los basureros. Habíamos coordinado con la municipalidad para que en el camión de la basura vayan los agentes y separen la basura de la casa de Surquillo para después analizarla desde el punto de vista policial y criminalístico.

¿Qué agentes recuerda?
Uno de los agentes más destacados era el que hacía de basurero porque también hacía de loco. Lo malo es que, cuando llegaba a su casa, su mujer lo botaba porque apestaba todo el día. Así ha habido una serie de anécdotas. Por ejemplo, una de las agentes tenía que acercarse al terrorista para poder ver qué numero marcaba. Abría su cartera, sacaba su espejo y mientras se maquillaba no miraba el espejo, sino el número que marcaba el terruco. Otra anécdota fue la de un agente que está siguiendo por la línea del tren a dos fulanos. Llegan a una parte donde ya nadie transitaba. Los sospechosos se quedan parados mirando cómo se acercaba el agente. Este se pasa de largo y unos 10 metros más adelante se baja el pantalón y se pone a defecar. Hubo una gran creatividad. Este es el resultado de un trabajo en equipo.

¿La especialización que tuvo el GEIN para llevar a cabo esta labor la tienen ahora los efectivos de inteligencia de la
Policía?
Bueno, han transcurrido 25 años y muchos de los agentes del GEIN han prestado servicios en otras unidades. Adonde han ido han tratado de transmitir la metodología de la inteligencia policial aplicada a la investigación de otros delitos. En mi caso, por ejemplo, fui cambiado a Chiclayo y no me llevé a ningún elemento del GEIN. A pesar de eso, transmití la experiencia y se montaron muy buenas operaciones que nos permitieron desactivar el Comité Regional Norte en cuanto a SL, y el frente nororiental del Marañón del MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru).

¿Cree que nunca se debió desactivar el GEIN?
Fue una mala decisión del comando de la Policía, no del gobierno, que este grupo se desactive. Hubo mucho celo profesional.

¿Y es necesario tener un grupo así ahora?
Es sumamente necesario, porque la criminalidad, la inseguridad ciudadana, nos está sobrepasando. Sin embargo, la aplicación del nuevo Código Procesal Penal impediría que lo recabado durante el OVISE tenga validez durante un proceso, porque la Policía Nacional no puede actuar sin que previamente el fiscal provincial o del lugar abra una carpeta fiscal.

- Terror. Durante la participación de Martha Huatay en Socorro Popular, se produjo el asesinato de María Elena Moyano, el atentado de Tarata, camión-bomba en Canal 2, voladuras de torres de alta tensión, etc.

- 12 operativos. El GEIN realizó 12 operativos de inteligencia para capturar a la cúpula senderista.

- Frases. Miyashiro cuenta que cuando capturaron a Abimael Guzmán, este le dijo: “No sabe el daño que le hace a la revolución”. A esto él contesta: “Usted no sabe el daño que le ha hecho al Perú”.