Claro que se ha dado un giro. Pese a lo que intentan aclarar fallidamente el primer ministro y el nuevo canciller, el discurso de este Gobierno no es el mismo ya desde hace algunas semanas sobre la crisis en Venezuela.
Sin esa fiereza con la que suele defender a la presidenta, Gustavo Adrianzén se muestra ahora tibio cuando se trata de calificar de dictadura al régimen de Nicolás Maduro o de reconocer a Edmundo González como el ganador de los comicios, tal como lo hiciera hace poco más de un mes el saliente canciller Javier González-Olaechea, en la OEA y ante el mundo entero, fijando la posición de nuestro país sobre el fraude chavista.
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El premier se ha atrevido ahora a negar esto, señalando que nunca hubo un comunicado oficial de Presidencia reconociendo al candidato opositor como el vencedor de las elecciones.
“Edmundo González no puede ser el presidente electo. No tenemos ninguna comunicación del Estado peruano reconociendo esa posición. Hemos pedido que se haga un reconteo, porque entendemos que tiene que ser dentro del marco del proceso electoral donde se tienen que revisar esas actas”, dijo ayer el titular de la PCM, que aun así osa afirmar que no se ha dado ningún giro sobre este tema a partir de lo dicho por Elmer Schialer, quien el día de su juramentación declaró: “Estamos a favor de que los problemas de Venezuela sean resueltos por los venezolanos”.
El pasado 30 de julio, dos días después de las elecciones en Venezuela, González-Olaechea enfatizó que el Perú consideraba presidente electo al candidato opositor. Tras estas palabras y su valiente discurso en la OEA en contra del fraude y a favor de González, el Ejecutivo nunca desautorizó lo dicho por su entonces canciller. Ayer, sin embargo, ya con su ministro fuera del gabinete, Adrianzén no tuvo reparos en desacreditarlo, claro, sin decir su nombre.
“La posición del Gobierno peruano está expresada (solamente) en los comunicados y tiene que ver con la necesidad de que se exhiban las actas electorales para que se produzca un reconteo con observadores internacionales”, dijo el primer ministro.
No hay cambio de postura, asegura Adrianzén, que ayer, como para que no queden dudas de que sí se ha dado un giro al parecer para satisfacer a alguien, no se atrevió a calificar de dictadura el régimen de Maduro.
‘Si lo que estuviésemos buscando ahora mismo es un calificativo sobre el régimen de Maduro, sobre si es una dictadura o no, sería más sencillo decirlo en esos términos”, sostuvo.
LA ERA SCHIALER
Mientras, Schialer fue presentado ayer como canciller en el Palacio de Torre Tagle. En su discurso afirmó que en Venezuela existe un flagrante irrespeto a las reglas democráticas, que el Gobierno no reconoce los resultados, que condenan las detenciones arbitrarias y que “no hay ningún cambio de giro”. Nada de González, nada de Maduro. A la ceremonia acudió el saliente González-Olaechea.
Casi exactamente el mismo libreto leyó horas después Adrianzén en el Congreso. El cambio de giro empieza a consumarse en el Ejecutivo. Lo que un día fue, no será.
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