#TodosSomosArlette

Arlette Contreras se convirtió en una de las caras visibles de la lucha contra la violencia de género que en nuestro país se ha vuelto pan de cada día. En la retina de los ojos todos tenemos todavía guardadas esas imágenes brutales en las que su agresor, Adriano Pozo, la ahorcaba y arrastraba desnudo por la recepción de un hotel ayacuchano. Años después, Pozo ha logrado escapar de la justicia y está libre y sin pagar por lo que ese video infame nos hizo ver.

El caso de Arlette Contreras, sin embargo, ha dado un giro: ella denunció -desde el primer momento- que la administración del sistema de justicia en Ayacucho era muy cercana a la familia del señor Pozo. Así, Contreras pidió que sea una sala en Lima la que conozca su caso, de manera que se podría evitar la injerencia de los vínculos familiares de la contraparte. Lamentablemente, el pedido de Arlette Contreras cayó en una sala especialmente complicada.

¿Quién negó a Arlette ser juzgada con imparcialidad?

En una de esas vueltas cabronas que tiene la vida, el caso de Contreras contra Pozo y su pedido de transferencia de competencia cayó en la sala de un juez ahora conocido por sus diminutivos -que incluyen, por supuesto, su moralita-: el juez César Hinostroza Pariachi. El mismo que dejó en libertad a tres condenados por violación y que tuvo la necesidad de saber si una niña violada había sido previamente desflorada. Hinostroza, obviamente, negó el pedido.

Ni un paso atrás

Arlette, no obstante, sigue creyendo en la justicia del Perú. Esa misma que le ha dado la espalda y que le ha negado el castigo a un hombre que la agredió brutal y públicamente. Entonces: Arlette Contreras ha decidido seguir peleando y pedirle ayuda a los peruanos y peruanas que ven con indignación su caso. Contreras ha creado un pedido dirigido a las autoridades judiciales en el portal Change.org en donde puede uno apoyarla libremente con su firma.

Arlette se ha propuesto llegar a 75mil personas que la apoyen, pero en este diario creemos que una causa tan unánimemente justa tendría que poder a muchos más. Entonces: les dejamos aquí debajo el link que les permitirá suscribir el pedido si lo estiman pertinente. Y ayudar así a una mujer que a sus 27 años se ha enfrentado contra la violencia de un tipo sin escrúpulos y contra la falta de escrúpulos de un Estado que con tanto silencio ya parece cómplice.

Pueden firmar haciendo click aquí.