En los últimos años, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en problemas críticos de salud pública a nivel mundial. Según datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del Minsa en el 2021, el 36.9 % de personas mayores de 15 años presentó sobrepeso, y un 25.8 % del mismo grupo sufre de obesidad. Estas alarmantes cifras han motivado la búsqueda de soluciones efectivas para la pérdida de peso, que van desde dietas y ejercicio hasta medicamentos y cirugías. En este contexto, Saxenda, una inyección diaria, ha captado considerable atención como una alternativa para quienes luchan por controlar su peso.
Pero, ¿qué es exactamente Saxenda, cómo funciona, y qué riesgos implica su uso?
¿Qué es Saxenda y cómo funciona?
El especialista César Alatrista, médico endocrinólogo del Hospital Rebagliati, explicó que Saxenda, un fármaco inicialmente desarrollado para tratar la diabetes tipo 2 bajo el nombre comercial de Victoza, utiliza el compuesto liraglutida. Este pertenece a la clase de medicamentos conocidos como agonistas del receptor GLP-1, los cuales imitan la acción de una hormona natural del cuerpo, el glucagón-like péptido-1 (GLP-1).
Lo que distingue a Saxenda es su dosificación específica para la pérdida de peso. Funciona al aumentar la sensación de saciedad en el paciente, lo que reduce el hambre y, en consecuencia, la ingesta calórica. Al ralentizar el vaciado gástrico, Saxenda también prolonga la sensación de estar lleno después de las comidas, lo que ayuda a los usuarios a comer menos sin sentirse privados.
¿Quiénes pueden usar Saxenda?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó Saxenda en 2014 como un tratamiento para la pérdida de peso en personas con índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30 (obesidad) o con un IMC de al menos 27 en personas con al menos una afección relacionada con el peso, como la diabetes tipo 2 o hipertensión. Además, se recomienda que el uso de Saxenda se combine con una dieta baja en calorías y un aumento en la actividad física.
Sin embargo, Saxenda no es una solución mágica para perder peso. La pérdida de peso que se logra con el medicamento varía de persona a persona y, en general, no es tan dramática como algunos podrían esperar. Los ensayos clínicos han mostrado que los pacientes que toman Saxenda pueden perder entre el 5% y el 10% de su peso corporal inicial en un año, pero la efectividad del tratamiento depende en gran medida de mantener cambios saludables en el estilo de vida.
Saxenda y las tendencias
El auge de Saxenda se ha visto impulsado, en parte, por el creciente interés en soluciones farmacológicas para la pérdida de peso. Con celebridades y figuras públicas mencionando la eficacia de las inyecciones para adelgazar, el medicamento ha sido presentado en redes sociales como una opción más rápida y sencilla para lograr un cuerpo delgado sin la necesidad de comprometerse a una rutina estricta de ejercicio o dieta. Sin embargo, los expertos advierten sobre la peligrosa tendencia de confiar en medicamentos como Saxenda sin hacer cambios duraderos en el estilo de vida.
Hally, creadora de contenido, contó a Latina que comenzó su tratamiento para la pérdida de peso con 104 kilos y hasta el momento ha logrado reducir 8 kilos. Además, señaló que recibe asesoramiento médico y un control riguroso cada 15 días, asegurando que su progreso está siendo monitoreado de manera profesional para garantizar resultados saludables y sostenibles.
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Además, el uso de Saxenda entre personas que no cumplen con los criterios médicos establecidos ha planteado preocupaciones éticas. Algunos médicos han sido criticados por recetar este medicamento a individuos que no tienen un IMC lo suficientemente alto o que buscan perder solo unos pocos kilos por razones estéticas, en lugar de enfocarse en problemas de salud reales.
¿Qué riesgos y efectos secundarios tiene?
Como cualquier medicamento, Saxenda no está exento de riesgos y efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran:
- Náuseas
- Diarrea
- Vómitos
- Estreñimiento
- Dolor abdominal
- Además de estos efectos secundarios más leves, existen preocupaciones sobre posibles efectos adversos graves, como el riesgo de desarrollar pancreatitis (inflamación del páncreas), problemas de vesícula biliar y enfermedades tiroideas, incluida una forma rara de cáncer de tiroides llamado carcinoma medular. Estos riesgos han llevado a que Saxenda esté contraindicado en personas con antecedentes familiares de cáncer de tiroides o en quienes padecen de ciertos problemas endocrinos.
Por otro lado, hay informes de que el uso prolongado de Saxenda puede generar tolerancia al medicamento, lo que implica que los usuarios necesitarían dosis más altas para obtener los mismos efectos, o podrían dejar de experimentar una pérdida de peso significativa con el tiempo.
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